Inauguran la primera cámara agroclimática en O’Higgins que simula temperatura, humedad y luz
- Se trata de un proyecto, impulsado por la Universidad de O’Higgins y el Gobierno Regional, que busca dotar a los agricultores de la región con herramientas tecnológicas avanzadas para simular y adaptar sus cultivos a las condiciones climáticas extremas, fortaleciendo así la resiliencia agrícola frente al cambio climático.
En un esfuerzo por fortalecer la resiliencia de la agricultura en la Región de O’Higgins frente a los crecientes desafíos del cambio climático, se inauguró la primera cámara agroclimática de simulación en la región, una innovadora instalación que permitirá a los agricultores anticipar y mitigar los impactos de las condiciones climáticas extremas en cultivos de gran importancia económica.
El proyecto ejecutado por la Universidad de O’Higgins (UOH) y financiado por el Gobierno Regional junto a su Consejo Regional, nace de la necesidad urgente de desarrollar estrategias de adaptación local frente al cambio climático. “Estamos muy contentos de apoyar este tipo de iniciativas que tiene por objetivo cuidar nuestros productos de la tierra”, sostuvo el Gobernador Regional, Pablo Silva Amaya, agregando que “para nuestros agricultores resulta fundamental contar con esta tecnología porque brinda herramientas que permiten cuidar los cultivos que están expuestos a condiciones climáticas complejas como el frío polar, las precipitaciones o las ráfagas de viento. Creemos que este tipo de proyectos son fundamentales y nosotros como Gobierno Regional seguiremos apoyando estos estudios científicos”.
La Dra. Catalina Pinto, coordinadora del proyecto y académica de la UOH, destacó que este equipo tecnológico es fundamental, especialmente en una región donde la agricultura representa una de las principales actividades económicas. “Con eventos climáticos extremos volviéndose más frecuentes, surgió la idea de instalar una cámara agroclimática para anticipar y mitigar los impactos en cultivos de importancia regional como las vides y las hortalizas”, explica la Dra. Pinto.
La cámara agroclimática está equipada con tecnología avanzada que permite controlar y simular variables climáticas como temperatura, humedad ambiental y radiación lumínica, lo que posibilita un monitoreo preciso y adaptaciones en tiempo real. Esta cámara es única en la región por su capacidad de controlar de manera precisa las variables climáticas relevantes, incluyendo la radiación lumínica, y por estar completamente aislada del exterior. Además, se complementa con el desarrollo de sistemas de monitoreo de bajo costo para su uso en terreno, lo que la convierte en una herramienta innovadora y accesible de visitar para los agricultores locales. “El objetivo principal de esta cámara es evaluar el impacto de diferentes escenarios de cambio climático en cultivos regionales. Esto permitirá a los productores locales tomar decisiones informadas sobre qué cultivos son más adecuados para sus predios bajo condiciones climáticas extremas, ayudándoles a adaptarse y mantener la competitividad en un entorno cada vez más desafiante”, añade la coordinadora del proyecto.
Durante el desarrollo del proyecto, se espera que los principales beneficiados sean los cultivos de vides viníferas y hortalizas como sandía y tomate, fundamentales para la economía agrícola de la región. La cámara permitirá además la recolección de datos cruciales sobre los estados fenológicos, cambios fisiológicos y productivos de los cultivos bajo diversas condiciones de estrés térmico e hídrico, lo que contribuirá a optimizar la producción agrícola en un futuro incierto.
El proyecto no solo se enfoca en la investigación y la innovación tecnológica, sino también en la transferencia de conocimiento a la comunidad agrícola. “Buscamos una colaboración activa con los agricultores y la comunidad local mediante talleres, capacitaciones y visitas guiadas a la cámara, asegurando que los agricultores se beneficien directamente del conocimiento generado y puedan adaptar sus prácticas agrícolas a las nuevas condiciones climáticas”, afirma la Dra. Pinto.
La visión a largo plazo es convertir esta instalación en un centro de referencia para la adaptación agrícola al cambio climático en la Región de O’Higgins. “Planeamos ampliar la investigación a otros cultivos y seguir innovando en tecnologías de monitoreo y simulación climática, además de fortalecer la formación de capital humano especializado en estas áreas”, concluye la coordinadora del proyecto.
Con la inauguración de esta cámara agroclimática, la Región de O’Higgins da un paso firme hacia una agricultura climáticamente inteligente, preparándose para enfrentar los desafíos que plantea el cambio climático con herramientas de última generación que aseguren la sostenibilidad y competitividad del sector agrícola en los años venideros.
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Saber másCombatir el nematodo de la frutilla: esfuerzo integral para proteger la agricultura de la zona centro-sur
- Un proyecto FIC, encabezado por la UOH, busca desarrollar soluciones adaptadas a las condiciones chilenas para enfrentar el nematodo de la frutilla, una plaga recién llegada que amenaza gravemente la producción agrícola, especialmente entre pequeños productores.
Nuestro país tiene las condiciones ideales, tanto de suelo como de clima, para la producción de berries. Dicha ventaja, especialmente en la zona centro-sur, le podría ayudar a mantener o incluso aumentar su participación en el mercado mundial de la frutilla fresca o congelada. Pero la existencia de un nematodo (un tipo de gusano invisible al ojo humano) que acecha este tipo de cultivos, pone en jaque un avance estructurado en esta materia a nivel país.
De allí que Ernesto San Blas, académico del Instituto de Ciencias Agroalimentarias, Animales y Ambientales (ICA3) de la Universidad de O’Higgins (UOH), lidera un ambicioso proyecto orientado a enfrentar esta reciente amenaza para la fruticultura chilena: el nematodo de la frutilla.
La plaga, detectada en 2022 y considerada cuarentenaria, ha generado preocupación en el sector agrícola por su potencial para afectar gravemente la producción de frutillas en el país. En respuesta a esta situación, el proyecto FIC “Sistema Integrado para el Manejo del Nematodo de la Frutilla” tiene como propósito desarrollar estrategias adaptadas a las condiciones locales, ofreciendo soluciones concretas para los productores.
El Dr. San Blas explica que, dado que este nematodo no estaba presente en Chile antes de su reciente detección, existe una limitada comprensión sobre su comportamiento en las condiciones agroecológicas nacionales. “No hay ningún tipo de investigación previa con este nematodo en Chile. Lo que tenemos son referencias bibliográficas de otros países, pero lo que está escrito solo sirve de guía y no es suficiente para nuestra realidad”, comenta. Por ello, este proyecto busca adaptar ese conocimiento a la realidad chilena, tomando en cuenta las variaciones que pueden presentarse en los campos locales.
El proyecto se enfoca en cinco áreas clave, comenzando con la evaluación de tratamientos preventivos para las plántulas antes de ser llevadas al campo. Según San Blas, se estudia el uso de agua caliente como método para eliminar al nematodo sin afectar a la planta. Este proceso implica determinar las temperaturas y tiempos óptimos para cada una de las variedades cultivadas en Chile, ya que las investigaciones existentes se han realizado en variedades distintas. “Es necesario probar si las variedades nuevas soportan este tratamiento y ajustar el procedimiento en caso de ser necesario”, añade.
Otra línea de acción es la búsqueda de cultivos alternativos para la rotación en los campos, una práctica agrícola que podría ayudar a reducir la presencia del nematodo al intercalar otros cultivos que no sean susceptibles a la plaga. En este sentido, las brassicas, como el brócoli y el repollo, son opciones prometedoras. San Blas subraya que, además de estudiar su resistencia al nematodo, se evaluará su rentabilidad económica en comparación con la producción de frutillas. “Queremos analizar si la rotación con brassicas es viable tanto desde el punto de vista agronómico como financiero”, puntualiza.
Un componente esencial del proyecto es la capacitación y formación de los pequeños productores, quienes representan la mayoría del sector afectado. Dado que alrededor del 90% de los frutilleros son agricultores de menor escala, el impacto social de esta plaga es significativo. Para facilitar el acceso al conocimiento generado, se desarrollará una plataforma digital donde los agricultores puedan acceder a guías, talleres y recursos prácticos, todo de manera simple y accesible desde dispositivos móviles.
El monitoreo constante de los cultivos y de las malezas que pueden actuar como hospedadoras secundarias también forma parte de la estrategia. Según el académico UOH, es crucial evitar que estas plantas mantengan al nematodo activo en los campos, ya que, de lo contrario, su reaparición en futuras plantaciones de frutilla será inevitable.
El proyecto, que se ejecutará durante tres años, abarcará zonas clave del secano costero, incluyendo comunas como Marchigüe, Litueche, Pumanque y Paredones, donde se implementarán tanto pruebas en laboratorio como en campo. San Blas concluye que, al final de este periodo, esperan contar con un sistema de manejo integrado que no sólo controle la plaga, sino que también brinde herramientas efectivas para que los agricultores puedan sostener su producción de frutillas de manera segura y rentable.
El lanzamiento del proyecto se realizará el próximo 28 de agosto, a las 15.00 horas, en el auditorio de la Municipalidad de Marchigüe (Calle Libertad # 490) y quienes estén interesados en participar pueden inscribirse en: https://bit.ly/3XgZFwW. Dudas y consultas a los correos nicolas.miranda@uoh.cl ó adolfo.machuca@gmail.com.
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Saber másRegión de O’Higgins impulsa la inocuidad alimentaria con innovador sello
- Investigadores de la UOH buscan mejorar la inocuidad de hortalizas y miel de la región mediante el Sello de Reducción de Riesgos Alimentarios (Sello RRA), que certifica que los productos cumplen con estrictos estándares de inocuidad alimentaria y minimizan los riesgos de contaminación.
Cada año, miles de personas en todo el mundo sufren enfermedades transmitidas por alimentos contaminados, poniendo en riesgo su salud y bienestar. En respuesta a esta amenaza, la Universidad de O’Higgins (UOH) se encuentra trabajando desde hace un tiempo en la creación del Sello de Reducción de Riesgos Alimentarios (RRA), una iniciativa diseñada para elevar los estándares de inocuidad en los productos hortícolas y apícolas. Este innovador sello, financiado a través del Fondo de Innovación para la Competitividad del Gobierno Regional de O’Higgins y su Consejo Regional, certifica que los productores cumplen con estrictas normas de inocuidad, garantizando alimentos más seguros para los consumidores y fortaleciendo la competitividad de los pequeños productores.
Al respecto el Gobernador Regional, Pablo Silva Amaya, sostuvo que “estamos muy felices de apoyar un proyecto de estas características que buscan mejorar la inocuidad de los alimentos que consumimos en nuestra región, país o incluso en el extranjero. Chile se caracteriza por tener un reconocimiento internacional en la materia, porque somos muy estrictos en el cuidado de los alimentos. Por eso, nosotros vimos la necesidad de apoyar y contribuir al desarrollo de este proyecto porque beneficia a los consumidores, pero también a los agricultores o productores que están permanentemente trabajando la tierra u otros recursos”.
“La inocuidad alimentaria no solo protege la salud de las personas, sino que también abre puertas a nuevos mercados para nuestros productores. Con este sello, buscamos que los productos de la región se diferencien por su calidad e inocuidad”, destacó Claudia Foerster, coordinadora del proyecto y académica de la Universidad de O’Higgins.
El Sello RRA, además de asegurar que los productos cumplen con las normativas más estrictas, otorgará un valor añadido a los productores, facilitando su acceso a mercados más exigentes y formales. “Queremos que nuestros agricultores y apicultores se posicionen como líderes en la producción de alimentos seguros, lo que a su vez les permitirá ser más competitivos a nivel nacional e internacional”, agregó Foerster.
Los productos hortícolas y la miel, si no se manejan adecuadamente, pueden ser vehículos de transmisión de diversas enfermedades. En el caso de las hortalizas, bacterias como Salmonella y Escherichia coli pueden contaminar los cultivos a través de prácticas agrícolas inadecuadas, causando infecciones gastrointestinales graves en los consumidores. Por otro lado, la miel puede contener residuos de pesticidas o antibióticos no permitidos, lo que representa un riesgo para la salud, especialmente para poblaciones vulnerables como niños y ancianos. El Sello de Reducción de Riesgos Alimentarios (RRA) busca precisamente minimizar estos riesgos, certificando a aquellos productores que aplican las buenas prácticas de inocuidad.
Para obtener el Sello de Reducción de Riesgos Alimentarios (RRA), los productores deben cumplir con los requisitos del reglamento RRA, que incluyen pasar inspecciones en terreno, someterse a análisis de laboratorio para validar la inocuidad de sus productos, y recibir capacitación en buenas prácticas de manejo y control de riesgos alimentarios.
Este proyecto incluye una extensa capacitación para los productores en el reglamento del Sello RRA y en buenas prácticas según las brechas de cada productor, asegurando que aquellos que no logren la certificación en un inicio puedan mejorar sus procesos y eventualmente obtener el sello.
Evento de lanzamiento
En el auditorio del Campus Colchagua de la Universidad de O’Higgins, se realizó el evento de lanzamiento de este proyecto, el cual contó con la participación de agricultores, autoridades y académicos.
Cristian Reyes, beneficiario y productor de hortalizas hidropónicas de Chacra de Reyes en la comuna de Olivar, comentó que “la verdad es que esto es una invitación a soñar en grande. A veces parece que son muchas cosas, que se ven inalcanzables, pero cuando uno quiere hacer las cosas bien, pensando en sacar un producto de calidad que llegue de la mejor manera a la mesa de nuestros clientes, hay que sumarse a esto. El desafío es grande, pero contamos con varias herramientas que nos van a enseñar y acompañar en el camino. Ya pertenecemos al programa de Agricultura Familiar Campesina, y junto a mi esposa, mis hijos y mis padres, estamos comprometidos en hacer las cosas de la mejor manera. A lo largo de este proceso, recibiremos capacitación y guía constante, por lo que nuestras expectativas son altas para alcanzar el sello RRA y obtener buenos resultados”.
Los hortaliceros y apicultores que deseen participar de esta iniciativa, pueden escribir al correo laboratorioinocuidadalimentaria@uoh.cl y a seguir las redes sociales @sellorrauoh en Instagram y Facebook.
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Saber másApicultores regionales participaron en taller internacional sobre mejoramiento genético en abejas
- La actividad, donde participó la Apícola Natural Bee, se realizó en el marco del Proyecto FIC-APIUOH “Programa de Extensión e Innovación para la Adaptación de la Apicultura al Cambio Climático”, financiado por el Gobierno Regional.
El taller impartido por la investigadora de la Universidad Federal Rural del Semiárido de Brasil, Katia Peres Gramacho, ilustró la nueva era de la apicultura donde la transferencia de cualidades genéticas de las reinas de enjambres, serán de gran significación para el incremento de las poblaciones de abejas con mayor capacidad de reproducción de miel, lo cual se logra a partir del aumento de la frecuencia de genes deseables en especímenes escogidos y con características particulares, según indicó la apicultora brasileña.
“Se trata de un proceso largo de escogencia selectiva de individuos y de experimentación de su fenotipo, en aras de transformar el genotipo de las crías de reinas de colmenas para una mayor producción de miel, lo cual se encuentra íntimamente relacionado con el medio ambiente, el tratamiento clínico de enfermedades, y demás procesos genéticos o de inseminación artificial”, especificó Peres Gramacho.
Esta jornada se desarrolló en el Campus Colchagua de la Universidad de O’Higgins, en función del proyecto FIC “Programa de Extensión e Innovación para la Adaptación de la Apicultura al Cambio Climático”, financiado por el Gobierno Regional.
“Para nosotros es una prioridad invertir en este tipo de iniciativas que buscan garantizar la existencia de un recurso tan importante como la miel. Su reproducción es fundamental para nuestra forma de vivir. Sin duda, necesitamos incrementar la población de abejas y cuidarlas al mismo tiempo de agentes que signifiquen un riesgo para ellas. Estamos absolutamente comprometidos en promover la investigación científica en esta materia”, afirmó el Gobernador Regional, Pablo Silva Amaya.
Al respecto, la directora de la APIUOH y académica del Instituto de Ciencias Agroalimentarias, Animales y Ambientales (ICA3), Andrea Müller, señaló que este taller forma parte de las actividades de formación dirigidas a las y los pequeños apicultores de la región, en aras de actualizarles acerca de los nuevos desafíos que implica el mejoramiento genético de las abejas en medio del cambio climático. “Lo cual es un aporte acerca de cómo esto influye en la reproducción de la especie, sus mecanismos de higiene, comportamiento en distintos ambientes, y su resistencia a las enfermedades, temas claves para una producción y comercialización mucho más adecuada del rubro”, señaló Andrea Müller.
Fortalecer la cadena productiva
Entre otras ideas, el gerente general de la Apícola Natural Bee, Sergio Valdebenito, quien acompañó la presentación de Katia Peres, mencionó que en el marco del mejoramiento genético de las abejas y de la producción de miel, se encuentra la necesidad de trabajar los planes de comercialización de este rubro, lo que coincide con los objetivos de su organización, siempre dispuestos a ofrecer soluciones e insumos de alta calidad. “Nuestro trabajo consiste en estar junto a los apicultores para dar respuesta a los nuevos desafíos que trae consigo el cambio climático, al tiempo de impulsar estrategias que nos permitan a largo plazo fortalecer la cadena productiva y comercial de la miel a escala regional, nacional e internacional”, cerró Valdebenito.
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Saber másPreparando la agricultura para los retos climáticos del futuro
- La Cámara de Simulación Agroclimática, que desarrolla la Universidad de O’Higgins, evalúa el impacto de la variabilidad climática en diferentes cultivos.
Actualmente, el cambio climático representa uno de los mayores desafíos para la agricultura. Las alteraciones en los patrones climáticos, como incremento en la ocurrencia de temperaturas extremas y aumento de variabilidad en la disponibilidad hídrica, afectan significativamente la productividad y calidad de los cultivos. En respuesta a estos desafíos, la Universidad de O’Higgins (UOH) y con el financiamiento del Fondo de Innovación para la Competitividad del Gobierno Regional de O’Higgins y su Consejo Regional, ha desarrollado una innovadora Cámara de Simulación Agroclimática. Este proyecto explora la naturaleza de esta innovadora tecnología y su potencial impacto en la agricultura de la región de O’Higgins.
En términos simples, una cámara de simulación agroclimática es una cámara de crecimiento de dimensión cercana a 120 m2 que permite controlar de manera precisa y amplia los niveles de luz, temperatura, humedad relativa y disponibilidad hídrica para las plantas. Esta instalación, similar a un invernadero, pero completamente aislada de las condiciones ambientales externas, es capaz de simular eventos climáticos extremos, proporcionando un entorno controlado para la investigación agrícola. La cámara está equipada con luces LED, sistemas avanzados de control de temperatura y humedad, y un sistema de riego tecnificado. Además, cuenta con sensores que monitorean constantemente las variables ambientales y las condiciones hídricas. Todos estos equipos están integrados en un sistema de automatización que garantiza la precisión y consistencia de los experimentos realizados.
El primer objetivo del proyecto es evaluar el impacto de la variabilidad climática en diferentes cultivos. Inicialmente, se probarán vides viníferas, el cultivo con mayor superficie plantada en la región. Adicionalmente, se evaluarán hortalizas como tomate y sandía, importantes para la agricultura regional. Sin embargo, la cámara permitirá la evaluación de otros cultivos según el interés local y las necesidades de investigación.
Las variabilidades climáticas afectan directamente el crecimiento, desarrollo y calidad de los productos agrícolas. En la Región de O’Higgins, las temperaturas extremas y la disponibilidad hídrica son factores críticos. Condiciones desfavorables pueden reducir el crecimiento vegetal y el rendimiento de los cultivos, afectar su ciclo de desarrollo y la calidad de los frutos y semillas, y aumentar la incidencia de plagas y enfermedades. Estos efectos se ven exacerbados con el incremento de las temperaturas globales y la variabilidad climática, haciendo que la producción de alimentos sea cada vez más desafiante.
La Universidad de O’Higgins invita a agricultores y empresas interesadas en sumarse a esta iniciativa a contactarse con nuestro equipo a través del correo: camara.agroclimatica@uoh.cl. La colaboración y participación de la comunidad agrícola es fundamental para el éxito de este proyecto que contempla varias actividades relevantes. La primera fase de la iniciativa incluye la construcción de la cámara y el establecimiento de las especies de frutales y hortalizas seleccionadas.
Se realizarán evaluaciones de los cultivos frente a distintas fuentes de estrés ambiental, cuyos resultados serán informados anualmente. También se generará un manual con estrategias de adaptación al cambio climático para diversas especies agrícolas. Además, se desarrollarán y distribuirán kits de sensores accesibles para el monitoreo y control de variables ambientales, con capacitaciones y días de campo para los beneficiarios. Finalmente, con la información recabada, se publicará un manual con directrices tecnológicas para la adaptación agrícola en la región.
La Cámara de Simulación Agroclimática de la Universidad de O’Higgins representa un avance significativo en la investigación y adaptación agrícola frente a los desafíos del cambio climático. A través de esta tecnología, se busca proporcionar herramientas y conocimientos que permitan a los agricultores mejorar la resiliencia de sus sistemas productivos, garantizando así la sostenibilidad y productividad de la agricultura en la región de O’Higgins. La Universidad reafirma su compromiso con el desarrollo sostenible, rol público, y la innovación, trabajando en conjunto con la comunidad agrícola para enfrentar los desafíos climáticos presentes y del futuro.
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Saber másUOH e investigadores franceses unen esfuerzos por la protección de ecosistemas de bosque y salud socioambiental
- La iniciativa nace gracias a la vista que hicieran científicos del país galo motivados por las propuestas en materia de investigación ambiental que se impulsan desde el Campus Colchagua de esta casa de estudios.
Investigadores del Instituto de Ciencias Agroalimentarias, Animales y Ambientales (ICA3) de la Universidad de O’Higgins (UOH), y de la Universidad París Cité de Francia, acordaron desarrollar proyectos con miras a estudiar de manera conjunta los efectos de los incendios forestales en los ecosistemas de bosque y su alcance en las comunidades humanas aledañas, para lo cual esperamos sumar investigadores de ambos países.
Así lo dio a conocer la coordinadora de este encuentro y académica del ICA3-UOH, Claudia Rojas, al señalar que la reunión con los pares franceses consistió en evaluar intereses comunes en materia de estudios ambientales, “formas de aproximaciones metodológicas y aplicaciones de la investigación que pretendemos desarrollar en conjunto, en ocasión de evaluar el efecto de los incendios en los suelos, en los cuerpos de agua y vegetación, así como su impacto en la salud humana”.
La Doctora en Ciencia del Suelo y Biogeoquímica, señaló que el trabajo con los investigadores ICA3-UOH y de la Université Paris Cité, tiene como objetivo “armar un proyecto interdisciplinar y un equipo internacional para entender de forma más integrada las consecuencias socioambientales de mediano y largo plazo” producto de los incendios forestales que tienden afectar de manera considerable la salud de las personas, y los ecosistemas de bosque de Francia y Chile.
Inicialmente, según afirmó la académica del ICA3, el equipo de la Universidad Paris Cité, estaría conformado por la Doctora en Geografía Véronique Michot, por el Doctor en Geoquímica, Marc Benedetti, y por el también Doctor en Geoquímica, Mickaël Tharaud. Un grupo experto en climatología, medio ambiente, teledetección, especiación de contaminantes metálicos, epidemiología ambiental, papel de los coloides en el ambiente, y en técnicas de detección, cuantificación y caracterización de nanopartículas en matrices medioambientales. Mientras que por ICA3-UOH, estarían la Doctora en Ciencias de la Tierra, Morgane Derrien, el Doctor en Conservación de Ecosistemas Forestales, Alejandro Venegas, y la misma Doctora Claudia Rojas, siendo un equipo de especialistas en biogeoquímica acuática y terrestre, ecología, conservación y ciencia del suelo.
Recorrido y pasos concretos
Respecto a la visita de los investigadores franceses al Campus Colchagua, Rojas indicó que desde el primer día se anidó el inicio de este proyecto interdisciplinario con un seminario en el que participaron otros investigadores del ICA3, así como estudiantes de la carrera de Ingeniería Ambiental y del Magister de Ciencias Ambientales y de la Tierra, en ocasión de intercambiar conocimientos acerca de los contextos académicos, y de funcionamiento institucional. Mientras que para el segundo día se realizó un “trabajo de campo en la Reserva Natural Altos de Cantillana, junto al equipo del Laboratorio de Ecología Microbiana y Biogeoquímica de Suelos, Laboratorio de Biogeoquímica y Laboratorio de Dendrocronología y Adaptación al Cambio Climático del ICA3, donde actualmente se conducen trabajos de tesis e investigación aplicada”. Lugar donde obtuvieron muestras de suelo, agua y vegetación, además de entender el contexto particular de los incendios del año 2023. Se trató de una visita que, sin duda, dijo la experta, fija pasos concretos en el avance de este proyecto entre ambos países.
En tanto la investigadora Véronique Michot manifestó que el equipo de investigadores de la Université Paris Cité se mostró “satisfecho” por los espacios provistos para la investigación en el Campus Colchagua, “nos genera confianza para desarrollar trabajos colaborativos con el equipo del ICA3”, anunciando que se vienen otros encuentros tanto en Chile, como en Francia.
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Saber másAPIUOH lanza proyecto FIC para el impulso de la apicultura regional
- El proyecto que se ejecutará durante tres años busca capacitar la mayor cantidad de apicultoras/es en control de enfermedades, alimentación suplementaria, polinización sostenible, y manejo de emergencia de desastres.
La Universidad de O’Higgins, junto al Gobierno Regional de O’Higgins y su Consejo Regional, a través de la APIUOH, lanzó el proyecto FIC “Programa de Extensión e Innovación para la Adaptación de la Apicultura al Cambio Climático”, dirigido a fortalecer la capacidad productiva de pequeños y medianos apicultores en ocasión de posicionar este sector en lugares cada vez más competitivos dentro de la Región.
La directora del proyecto y académica del Instituto de Ciencias Agroalimentarias, Animales y Ambientales (ICA3), Andrea Müller, señaló que este programa tiene previsto desarrollar en apicultoras/as herramientas para el manejo preventivo de colmenas, diagnóstico territorial, trazabilidad, e identificación de apiarios con su carga apícola. Todo ello apuntando al fortalecimiento del capital social de este sector predominantemente campesino.
Por su parte el gobernador de la Región de O’Higgins, Pablo Silva Amaya, sostuvo que “es tremendamente importante fortalecer la capacidad productiva de las/os apicultoras/es a través de este tipo de programas. Queremos que nuestra comunidad pueda trabajar y prepararse entorno al cambio climático, por ello, invertimos en este tipo de proyectos que contribuyen a robustecer los procesos fundamentales en el desarrollo de la miel”, agregando que “al impartir estos talleres formativos el beneficio para las campesinas y campesinos es enorme, porque ellos aprenderán nuevas metodologías para cuidar su trabajo”.
En tanto, la Dra. Müller agregó que el programa busca “impulsar la capacidad productiva de este sector asociado a la agricultura familiar campesina, al tiempo de promover su importancia dentro de los procesos de polinización fundamentales para la producción de otros rubros como frutas y verduras. De modo que los talleres y capacitaciones previstas en este programa serán un factor clave para el conocimiento de las formas más adecuadas de producción de miel, pero también acerca de la prevención de enfermedades, nutrición y alimentación de abejas”.
La presidenta de la Asociación de Apicultores Unidos de la Sexta Región (Apiunisexta), Sonia Núñez, destacó que con este programa las/os pequeñas/os apicultoras/es del territorio “podremos conocer técnicas novedosas para el tratamiento y cuidado de las abejas en el marco del cambio climático, lo cual influye beneficiosamente en los costos de inversión y en la rentabilidad de la producción de miel”.
En tanto, la directora de Transferencia e Innovación de la UOH, María Alejandra Cuevas, resaltó la profundidad formativa de este programa, especialmente por estar diseñado para fomentar la capacidad competitiva y de productividad de los pequeños apicultoras/es de la Región, lo que implica articular el ecosistema apícola, “de tal forma que se puedan incrementar las posibilidades de comercialización de las mieles a escala regional, nacional e internacional”.
El director regional (s) del Servicio Agrícola y Ganadero de O’Higgins (SAG), Manuel Bernales, indicó que este proyecto FIC que se ejecuta desde la APIUOH, constituye un avance para la agricultura familiar campesina, y sobre todo para aumentar la red de los pequeños apicultores y apicultoras de la región con miras a incentivar su capital social. “La invitación es a que los apicultores se valgan de estas herramientas que les ofrece la universidad, en ocasión de hacerle frente al cambio climático que viene afectando a nuestra flora melífera y a las abejas, en función de superar estos desafíos y así poder aumentar su producción y su competitividad regional”, concluyó.
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Saber másUOH trabajará con rubros hortícola y apícola de la Región de O’Higgins para mejorar su inocuidad y competitividad
- La académica Claudia Foerster, lidera la iniciativa que financia el Gobierno Regional, a través del Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC).
Capacitar y certificar al rubro hortícola y apícola por medio del Sello Reducción de Riesgos Alimentarios (RRA) en la Región de O’Higgins, para posicionar a los productores en el mercado regional, es el objetivo del proyecto FIC “Transferencia de aumento de la competitividad para los rubros hortícola y apícola de la Región de O’Higgins mediante el Sello Reducción de Riesgos Alimentarios (RRA)”, que lidera la académica del Instituto de Ciencias Agroalimentarias, Animales y Ambientales (ICA3) de la Universidad de O’Higgins, Claudia Foerster.
La iniciativa cuenta con el financiamiento del Gobierno Regional de O’Higgins, a través del Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC) y permitirá dar continuidad al proyecto “Modelo de Inocuidad Agroalimentaria Regional en la Región de O’Higgins”, también costeado con este mismo fondo.
Como detalla la académica del ICA3 la motivación principal -del primer proyecto FIC- fue fortalecer la inocuidad de los alimentos producidos en la Región de O’Higgins. “Esto se logró mediante la implementación de buenas prácticas agrícolas y la capacitación de productores apícolas y hortícolas, buscando mejorar la calidad de sus alimentos y garantizar la normativa en salud pública”, entre otros objetivos.
Sello de Reducción de Riesgos Alimentarios
Explicó, que con el proyecto terminado el 2023, se desarrolló un sistema de monitoreo de peligros alimentarios en el Laboratorio de Inocuidad Alimentaria (LIA) de la UOH, que cuenta con resolución sanitaria y se encuentra en proceso de acreditación. “Se completó un sistema de extensión en inocuidad alimentaria beneficiando a 30 productores hortícolas y apícolas de la región, el cual fue transferido a profesionales de INDAP, para que pueda llegar a la mayor cantidad de productores; se educó en cultura de inocuidad a productores, consumidores, profesionales y escolares”.
También se reunió -en un consejo asesor técnico- a expertos en inocuidad alimentaria de la región -tanto del mundo público y privado- junto con representantes de los beneficiarios para asesorar las decisiones del proyecto y se inscribió el Sello Reducción de Riesgos Alimentarios (RRA) de la Región de O’Higgins en el Instituto Nacional de Propiedad Intelectual (INAPI). “La creación de esta marca de certificación, explica Claudia Foerster, dio vida al nuevo proyecto FIC ‘Transferencia de aumento de la competitividad para los rubros hortícola y apícola de la Región de O’Higgins mediante el Sello RRA’, que comenzamos a desarrollar”.
Beneficios del Sello RRA
Consultada sobre los principales beneficios económicos y de mercado que experimentarán los productores tras obtener el Sello RRA, la académica de la UOH, indica que “se capacitará a los productores beneficiarios en buenas prácticas de inocuidad. Se busca que los productores participantes (INDAP, Apiunisexta A.G., Coopeumo, AG Apicultores de Chile, entre otros) puedan tener acceso a nuevos mercados que prioriza la sostenibilidad y la inocuidad alimentaria, permitiéndoles acceder a una mayor variedad de clientes, que exigen buenas prácticas y productos con análisis reglamentarios de laboratorio, como son el canal HORECA (hoteles, restaurantes y casinos) y el retail.
Asimismo, mejora la competitividad al contar con una certificación que les posibilita diferenciarse de sus competidores, logrando mejores precios y asegurando una mayor cuota de mercado”.
El aumento en la demanda es otro de los beneficios, explica Claudia Foerster, ya que “los consumidores están cada vez más interesados en productos que sean sostenibles y que minimicen los riesgos alimentarios”. En materia de proyectos de marketing, tendrán mayor acceso a ellos, lo que le otorga visibilidad frente a un público más amplio. Cumplir con las regulaciones y normativas nacionales e internacionales -sobre inocuidad alimentaria- es otro de las ganancias del proyecto FIC, ya que permitirá a los productores “operar sin contratiempos legales y con una mayor confianza en sus procesos. A lo ya detallado, se suma el fortalecimiento de cadenas de valor. La certificación facilita la colaboración con otros actores, ya que brinda confianza sobre la calidad y el origen de los productos, promoviendo relaciones comerciales más sólidas”, explica la líder del proyecto.
Destaca, también, que la iniciativa no solo impacta a los productores a nivel individual, sino que puede contribuir al desarrollo económico local y regional, así como a un sistema alimentario más resiliente y sostenible. Puntualiza que “las expectativas, a mediano plazo, están orientadas a mejorar la competitividad de los productores locales -tanto de mieles como de hortalizas- para que aumenten el valor de sus productos. Además, se espera incluir a otros rubros alimentarios de importancia en la región, que puedan acceder al sello RRA”.
El lanzamiento del proyecto FIC “Transferencia de aumento de la competitividad para los rubros hortícola y apícola de la Región de O’Higgins mediante el Sello Reducción de Riesgos Alimentarios (RRA)”, se realizará el próximo 20 de agosto, en el Campus Colchagua de la Universidad de O’Higgins, a las 14:30 horas.
Para mayor información, visita la página de RRA.
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Saber másProyecto UOH busca eliminar el agua turbia en la comuna de La Estrella
- El pozo que abastece el centro de la comuna presenta niveles de hierro y manganeso que duplican los estándares normales, causando turbidez en el agua. David Veas, operador del sistema de agua potable, explica que las redes construidas a fines de los años 60 están obsoletas.
La experiencia matinal de la mayoría de los chilenos con el agua siempre es grata. Tomar un primer vaso fresco en la mañana no solo es salud, sino también estímulo. Ni qué decir de la ducha con que se comienza el día. Esos placeres matinales, sin embargo, no los pueden disfrutar a diario los habitantes del sector urbano de La Estrella, pequeña comuna rural ubicada en la Región de O’Higgins. Varias veces en el mes, los vecinos del sector centro, cuando abren la llave, reciben un chorro de agua oscura, a veces tanto como la Coca Cola.
“El problema del agua es casi todos los días. Uno va a sacar para hervir, por ejemplo, y está turbia, café. Entonces da cosa tomarla con ese color, y también es un gran problema para lavar la ropa, para todo, en realidad. Esto viene de hace más de un año. Cuando voy a pagar el agua al APR, les llevo botellas para que vean si son capaces de tomarla”, cuenta Fernando Cáceres, vecino de la comuna. Lo que cuenta Cáceres se puede corroborar en un video grabado por una vecina en el que llena un vaso de agua de la llave y lo compara con otro de Coca Cola. A simple vista no se puede distinguir cuál es cual. “Lo único que le falta a nuestra agua para ser Coca Cola es el gas”, dice en el video.
Mejorar dicha agua, que actualmente consumen las más de 3.000 personas que viven en la zona centro de la comuna, es el objetivo del proyecto “Modelo de gestión para sistemas sanitarios rurales”, desarrollado por el Instituto de Ciencias Agroalimentarias, Animales y Ambientales de la Universidad de O’Higgins (UOH), y financiado por el Gobierno Regional de O’Higgins a través del Fondo de Innovación para la Competitividad.
Carolina Reyes, académica de la Universidad de O’Higgins y coordinadora del proyecto, explica que el primer paso fue diagnosticar las condiciones del agua que consumen los habitantes de la comuna. “En nuestro monitoreo, analizamos diversos parámetros físico-químicos como el pH, temperatura, color, turbidez, cloro, materia orgánica y nutrientes, para evaluar su potabilidad. Aunque generalmente es potable, varias veces al mes el agua alcanza niveles de turbidez que la hacen absolutamente indeseable”, detalla.
La turbidez del agua se debe principalmente a que el pozo de extracción tiene altas concentraciones de hierro y manganeso, lo que le da un color café oscuro”, explica Carolina Reyes. “Además, el sistema de conducción de agua es muy antiguo y las cañerías acumulan sedimentos de estos minerales. Cada vez que hay un corte de suministro, típico en esta zona deficitaria debido a la sequía, el agua arrastra esos sedimentos. Esto se agrava porque los filtros, ya saturados con este material, no funcionan eficientemente”. Reyes añade que los niveles de hierro y manganeso a veces duplican los estándares normales.
Crisis hídrica
En la comuna de La Estrella, de los seis pozos existentes, el problema principal reside en el ‘pozo centro’, que es el que abastece a la mayoría de los hogares del sector central, incluyendo colegios, el centro de salud y la municipalidad. David Veas, operador del Servicio de Agua Potable, señala que las redes de conducción de agua de este pozo contribuyen a la mala calidad del agua. “Nuestras redes, construidas a finales de los años 60, están hechas de asbesto-cemento y están obsoletas. Esto provoca interrupciones periódicas en el servicio, y cuando el agua regresa, lo hace con mucha turbidez”, explica.
También destaca que, ante la mala calidad del agua, los vecinos optan por comprar agua embotellada. “El agua es un derecho, pero aquí tenemos que comprarla embotellada, lo cual es mucho más costoso. Aunque esto resuelve el consumo humano, no soluciona otros problemas como el lavado de ropa; cuando el agua está mala, simplemente no se puede usar la lavadora”, explica. Por su parte, Héctor Osorio, presidente de la cooperativa de agua potable local, comenta que los problemas no se limitan a la calidad del agua. “Enfrentamos desafíos relacionados con la calidad, cantidad e infraestructura del agua, y estos problemas se intensifican mutuamente. Por ejemplo, necesitamos 3.000 metros de cañería nueva y también buscar nuevas fuentes de abastecimiento”, señala.
La escasez de agua, que afecta especialmente al secano costero de la Región de O’Higgins, es una realidad aguda en muchas zonas rurales. Esta situación llevó al gobierno a declarar escasez hídrica en 33 comunas de la región en 2023. En este contexto, Carolina Reyes explica que el proyecto que lidera busca proporcionar una solución integral. “Nuestro primer paso ha sido establecer un diagnóstico y una línea base para la calidad del agua. Con esta información, nos enfocamos en implementar una solución sistémica en la zona centro”, comenta.
Reyes agrega que parte del trabajo involucra la implementación de la ley 20.998, que regula los Servicios Sanitarios Rurales (SSR). “Los SSR ahora no solo se encargan del suministro de agua potable, sino también de la cobranza y el tratamiento de aguas servidas. Nuestro rol es asesorar en la aplicación de esta ley en la comuna”, señala.
En cuanto al uso de agua para riego, Reyes destaca la importancia de mejorar el tratamiento de las aguas residuales. ‘Mientras el 99% de las zonas urbanas tratan sus aguas servidas, en las rurales sólo el 60% lo hace, lo que afecta negativamente las fuentes de agua para riego al verter aguas sin tratar en ríos y esteros’, explica.
Por último, Reyes detalla los esfuerzos inmediatos del proyecto: “Estamos implementando un sistema de monitoreo constante de la calidad del agua y sistemas de filtrado de osmosis inversa en las cocinas y baños del Centro de Salud Familiar y de los colegios del sector. El objetivo es desarrollar un sistema integral que incluya capacitación para los operadores y otros actores involucrados”.
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Saber másSeminario de Cierre de Proyecto Anillo O’Higgins presenta importantes avances en el conocimiento del cáncer bacterial en Cerezos
- La actividad contó con la participación de la reconocida especialista en fitopatología de la Universidad de Bolonia, Italia, Dra. Assunta Bertaccini, y de investigadores de la Universidad de Chile, del Centro de Estudios Avanzados en Fruticultura y de la UOH.
El Campus Colchagua de la Universidad de O’Higgins (UOH), fue sede del Seminario “Cáncer Bacterial y Escasez de Agua en Cerezo: Ciencia y Tecnología al Servicio de los Productores”, evento realizado como actividad de cierre del Proyecto Anillo de O’Higgins “Profundizando en el conocimiento de las respuestas de defensa de las plantas de cerezo al ataque del cáncer bacterial, en un escenario de restricción hídrica”.
La investigación centrada en comprender los mecanismos de defensa del cerezo frente al cáncer bacterial, produjo resultados que indudablemente servirán para el desarrollo de nuevas técnicas y productos para el control de la enfermedad, según indicó el director de este proyecto e investigador de la UOH, Dr. Manuel Pinto.
El Dr. Pinto señaló que “el Seminario se realizó con el objeto de presentar los resultados del Proyecto Anillo O’Higgins, que indican la existencia de mecanismos metabólicos y moleculares que al activarse pueden resultar en la resistencia de las plantas de cerezo al ataque de las bacterias”. Esto representa un avance significativo, considerando los peligros que conlleva el uso de pesticidas convencionales sobre la acumulación de residuos tóxicos en la fruta, los suelos, el agua y en la madera de los huertos de cerezos, la cual al usarse como leña produce humo tóxico dentro de los hogares, destacó el director.
El investigador mencionó la intención de desarrollar una segunda etapa del proyecto que tendría que ver más con el mejoramiento genético del cerezo y el desarrollo de nuevos productos que deriven en nuevos protocolos de control de enfermedades y métodos más sustentables para esta industria.
“Vamos a tratar dentro de lo posible, que el informe científico final de esta investigación tenga una segunda versión redactada en un lenguaje más simple y amigable. De tal manera que los productores, y sobre todo los profesionales de la industria del cerezo, puedan entender el alcance de este trabajo”, concluyó el experto.
Trabajo conjunto y aplicable
Al respecto, la investigadora del Instituto de Ciencias Agroalimentarias, Animales y Ambientales (ICA3) de la Universidad de O’Higgins, Lorena Pizarro, destacó que este Proyecto Anillo cierra presentando los resultados de un trabajo conjunto entre varias instituciones que pudieron caracterizar la inmunidad vegetal del cerezo, y sus funciones, lo que permitirá desarrollar bioestimulantes en base a microorganismos cada vez más eficientes. “Un avance que podrá ser transferido en distintas variedades, tanto a productores como a los agricultores, en función de aplicarlos en los distintos cultivos de cerezos de la región y del país”, añadió la ingeniera en Biotecnología Molecular.
Por su parte, el también investigador postdoctoral de este Proyecto Anillo, Carlos Rubilar, agregó que entre los hallazgos se pudo comprobar que la aplicación de un inductor de resistencia que libera óxido nítrico hace más resistente al cerezo frente al ataque fitopatogénico causado por la bacteria causante del cáncer bacterial, incluso si las plantas se encuentran en condiciones previas normales de riego o con restricción hídrica, “lo cual es beneficioso para la protección de la planta y potencialmente podría beneficiar la producción y calidad de los frutos”, agregó el especialista.
Finalmente, el investigador Alan Zamorano perteneciente a la Universidad de Chile y el investigador postdoctoral Luis Villalobos del Centro de Estudios Avanzados en Fruticultura dieron cierre al seminario exponiendo en sus respectivas presentaciones las bases moleculares y los mecanismos fisiológicos que sustentan respuesta de defensa de las plantas frente al patógeno. En estas presentaciones se discutió profundamente sobre los mecanismos y procesos relacionados a la respuesta diferencial de variedades de cerezo frente a la bacteria, destacando el rol que cumple el control hormonal de la planta sobre la respuesta de defensa y cómo esta señal es influenciada bajo una posterior condición de riego deficitario. Tales resultados finalmente aportan al conocimiento y conjuntamente buscan favorecer la toma de decisiones sobre manejos en el cultivo del cerezo en la región.
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