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    • 3170706
    • Enero 2025 - Diciembre 2025
    AdjudicadoAgencia Nacional de Investigación y Desarrollo - ANID

    La ocurrencia de desastres asociados a amenazas naturales representa un desafío muy importante para Chile. Los frecuentes incendios en territorios forestales, los costos asociados a aluviones e inundaciones como las ocurridas en los inviernos de 2021 y de 2023 en la región de O’Higgins, e incluso la permanente amenaza de terremotos y volcanes, representan enormes costos para los territorios. Recientemente, la institucionalidad pública ha avanzado en el desarrollo de políticas de prevención de desastres con la aprobación de la Ley 21.364 (2021), creando el Sistema Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (SINAPRED), sustituyendo la Oficina Nacional de Emergencia (ONEMI) por el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (SENAPRED). La ciencia tiene mucho que aportar a esta nueva institucionalidad pública. La Universidad de O’Higgins (UOH), por ejemplo, colabora con SENAPRED O’Higgins a través de la Mesa de Peligros Geológicos, instaurada el año 2021. No obstante, el desafío de la prevención de desastres y el fomento de la resiliencia necesita otras perspectivas que consideren las características de los espacios geográficos donde se producen los riesgos. Se necesita un trabajo colaborativo con la institucionalidad pública y la comunidad local, pero sobre todo, una perspectiva interdisciplinaria que aúne los conocimientos de la ciencia social y natural. La propuesta presentada busca generar una red que vincule a investigadores/as nacionales (UOH y Universidad de Chile) con investigadores de universidades de Países Bajos (Universidad Libre de Amsterdam) y Dinamarca (Universidad de Copenhague), para realizar actividades de intercambio de experiencias e investigación aplicada. Estos investigadores han logrado incidir en políticas públicas y estrategias a nivel local y regional en diversos países de Europa. Siguiendo una mirada multi-sectorial y nutridos de varias disciplinas, estos expertos han desarrollado perspectivas, herramientas y conocimientos de los cuales, sin duda, podemos aprender dada la coyuntura chilena con su nueva institucionalidad. El proyecto contempla tres etapas para crear y potenciar esta red. Primero, el equipo nacional visitar Ámsterdam y Copenhague para vincularse con equipos interdisciplinarios, intercambiando experiencias de trabajo aplicado. Destaca el trabajo que realiza el equipo de Chile con SENAPRED O’Higgins, y el trabajo aplicado en Europa con el Proyecto LINKS (https://links-project.eu/). Segundo, un experto de Europa visitará la UOH. En esta visita, el invitado participará en reuniones y talleres, y colaborará con investigación aplicada en la región. Y tercero, el proyecto realizará una serie de eventos presenciales, como un seminario nacional con el experto internacional, además de talleres aplicados con diferentes partes interesadas. A estos eventos se invitará a representantes de organismos públicos, académicos/as de otras instituciones y a la comunidad interesada en general. Como resultado, esta red permitirá: (1) intercambiar experiencias y difundir conocimiento aplicado sobre la gestión del riesgo a través de perspectivas interdisciplinarias; (3) potenciar el capital humano de estudiantes de la UOH y promover la investigación interdisciplinaria en la gestión del riesgo; y (3) crear y consolidar una entidad que visibilice el trabajo que realiza la UOH en torno a la gestión del riesgo, contribuyendo así a la reducción del riesgo de desastres a nivel regional y de la macrozona.
    Investigador/a Responsable
    • Proyecto N°85240326
    • Enero 2025 - Octubre 2026
    AdjudicadoUniversidad de O'Higgins

    Durante el 2023, todas y todos los jóvenes de primer año del Centro de Formación Técnica INACAP debieron realizar obligatoriamente el curso "Educación Financiera para la ciudadanía", iniciativa desarrollada por el proyecto Mi Barrio Financiero, desarrollado por la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile y la Asociación Bancos. Mediante esta alianza con la CMF podremos evaluar el impacto en su comportamiento financiero, y lo compararemos con la generación 2022.
    Co-Investigador/a
    • CP23-P035
    • Diciembre 2024 - Noviembre 2024
    AdjudicadoUniversidad de O'Higgins

    En un contexto de creciente preocupación por los problemas de salud mental, no puede obviarse que aquellos relacionados con miedos adquiridos, ansiedad y estrés (justamente de los más prevalentes a nivel global y también en Chile), tienen una incidencia notablemente mayor en mujeres que en hombres. Además de la salud mental, el estrés impacta otras dimensiones de la salud humana así como los contextos en los que las personas se desarrollan (educativos, laborales etc.). Por tanto, una mayor vulnerabilidad al estrés en las mujeres supondría riesgos y brechas de género en una multiplicidad de ámbitos. Aunque estos datos epidemiológicos se conocen desde hace tiempo, los factores de vulnerabilidad y resiliencia al estrés potencialmente involucrados permanecen relativamente desconocidos y han sido solo parcialmente abordados. Mientras algunos estudios se han centrado en establecer mecanismos biológicos a un nivel más molecular, la psicología viene mostrando un interés creciente en estudiar el papel de las estrategias de afrontamiento al estrés, las cuales estarían fuertemente determinadas también por el contexto social y cultural. La evidencia disponible al respecto es sin embargo aún incipiente en lo que se refiere a eventuales diferencias de género en el uso de estrategias de afrontamiento al estrés como variable potencialmente relevante para entender la emergencia de problemas de salud mental. En Chile, esta limitación resulta especialmente acuciante debido a que las investigadoras no cuentan con suficientes instrumentos validados en población chilena para el avance del conocimiento en esta área. Por ello, el objetivo principal del presente proyecto es validar en población chilena uno de los inventarios de estrategias de afrontamiento al estrés más ampliamente utilizado en otros países, a saber, el Inventario de Estrategias de Afrontamiento al Estrés (CSI en sus siglas e Inglés) para el desarrollo de estas investigaciones en nuestro territorio. Para ello, se analizarán las propiedades psicométricas del instrumento a partir de su versión española comprobando coeficientes de fiabilidad y validez. Tras la validación inicial del instrumento, en una segunda fase del estudio éste será utilizado para establecer si hombres y mujeres difieren en el uso de estrategias de afrontamiento al estrés en dos contextos específicos. En concreto, se analizarán eventuales diferencias de género y el papel de las estrategias de afrontamiento en el estrés percibido durante situaciones de sexismo explícito y de amenaza ambiental como condición control. En el primer caso, utilizaremos una situación experimental testeada anteriormente con éxito en nuestro laboratorio. Específicamente, se pedirá a tres grupos de hombres y tres grupos de mujeres que participen de un juego online, mientras reciben verbalizaciones de índole sexista. Un grupo de cada condición anterior será expuesto a verbalizaciones sexistas de tipo hostil, otro de tipo benevolente, mientras el tercer grupo recibirá verbalizaciones no sexistas. Posteriormente, se establecerá la intensidad del estrés percibido durante el juego y se identificará el tipo de estrategia de afrontamiento utilizada en la situación experimental. Un estudio previo conducido solo con mujeres y el Inventario de Estrategias de Afrontamiento al Estrés (CSI) en su versión española encontró que las mujeres utilizaron en general más estrategias de afrontamiento de tipo desadaptativo que adaptativo en general, y que el estrés percibido fue mayor en el primer caso que en el segundo (Osses, Pérez y Angulo, en preparación). La inclusión de hombres en este nuevo estudio nos permitirá comprobar si en este tipo de situaciones las mujeres despliegan estrategias desadaptativas en mayor medida que los hombres. Finalmente, en un tercer estudio se establecerá si hombres y mujeres difieren en el uso de estrategias de afrontamiento ante estresores ambientales. Para ello, se identificará la intensidad del estrés percibido y las estrategias de afrontamiento en personas expuestas a riesgos ambientales en una zona vulnerable de nuestra región. Aunque los resultados podrían ser relevantes en sí mismos, en este proyecto particular el tercer estudio se propone como una condición control que permita dilucidar si eventuales diferencias de género en el uso de estrategias de afrontamiento se encuentran condicionadas por el tipo de estresor (sexista o no sexista) o son más bien generales. Con ello se pretende finalmente contribuir también a una mejor comprensión de cómo el sexismo sistémico que sufrimos las mujeres podría afectar a nuestro bienestar y salud mental, analizando el papel de las estrategias de afrontamiento utilizadas en estas situaciones como factores de vulnerabilidad o resiliencia.
    Co-Investigador/a
    • FONDECYT Regular n°1231930
    • Diciembre 2024 - Noviembre 2026
    AdjudicadoUniversidad de O'Higgins

    En un contexto de creciente preocupación por los problemas de salud mental, no puede obviarse que aquellos relacionados con miedos adquiridos, ansiedad y estrés (justamente de los más prevalentes a nivel global y también en Chile), tienen una incidencia notablemente mayor en mujeres que en hombres. Además de la salud mental, el estrés impacta otras dimensiones de la salud humana así como los contextos en los que las personas se desarrollan (educativos, laborales etc.). Por tanto, una mayor vulnerabilidad al estrés en las mujeres supondría riesgos y brechas de género en una multiplicidad de ámbitos. Aunque estos datos epidemiológicos se conocen desde hace tiempo, los factores de vulnerabilidad y resiliencia al estrés potencialmente involucrados permanecen relativamente desconocidos y han sido solo parcialmente abordados. Mientras algunos estudios se han centrado en establecer mecanismos biológicos a un nivel más molecular, la psicología viene mostrando un interés creciente en estudiar el papel de las estrategias de afrontamiento al estrés, las cuales estarían fuertemente determinadas también por el contexto social y cultural. La evidencia disponible al respecto es sin embargo aún incipiente en lo que se refiere a eventuales diferencias de género en el uso de estrategias de afrontamiento al estrés como variable potencialmente relevante para entender la emergencia de problemas de salud mental. En Chile, esta limitación resulta especialmente acuciante debido a que las investigadoras no cuentan con suficientes instrumentos validados en población chilena para el avance del conocimiento en esta área. Por ello, el objetivo principal del presente proyecto es validar en población chilena uno de los inventarios de estrategias de afrontamiento al estrés más ampliamente utilizado en otros países, a saber, el Inventario de Estrategias de Afrontamiento al Estrés (CSI en sus siglas e Inglés) para el desarrollo de estas investigaciones en nuestro territorio. Para ello, se analizarán las propiedades psicométricas del instrumento a partir de su versión española comprobando coeficientes de fiabilidad y validez. Tras la validación inicial del instrumento, en una segunda fase del estudio éste será utilizado para establecer si hombres y mujeres difieren en el uso de estrategias de afrontamiento al estrés en dos contextos específicos. En concreto, se analizarán eventuales diferencias de género y el papel de las estrategias de afrontamiento en el estrés percibido durante situaciones de sexismo explícito y de amenaza ambiental como condición control. En el primer caso, utilizaremos una situación experimental testeada anteriormente con éxito en nuestro laboratorio. Específicamente, se pedirá a tres grupos de hombres y tres grupos de mujeres que participen de un juego online, mientras reciben verbalizaciones de índole sexista. Un grupo de cada condición anterior será expuesto a verbalizaciones sexistas de tipo hostil, otro de tipo benevolente, mientras el tercer grupo recibirá verbalizaciones no sexistas. Posteriormente, se establecerá la intensidad del estrés percibido durante el juego y se identificará el tipo de estrategia de afrontamiento utilizada en la situación experimental. Un estudio previo conducido solo con mujeres y el Inventario de Estrategias de Afrontamiento al Estrés (CSI) en su versión española encontró que las mujeres utilizaron en general más estrategias de afrontamiento de tipo desadaptativo que adaptativo en general, y que el estrés percibido fue mayor en el primer caso que en el segundo (Osses, Pérez y Angulo, en preparación). La inclusión de hombres en este nuevo estudio nos permitirá comprobar si en este tipo de situaciones las mujeres despliegan estrategias desadaptativas en mayor medida que los hombres. Finalmente, en un tercer estudio se establecerá si hombres y mujeres difieren en el uso de estrategias de afrontamiento ante estresores ambientales. Para ello, se identificará la intensidad del estrés percibido y las estrategias de afrontamiento en personas expuestas a riesgos ambientales en una zona vulnerable de nuestra región. Aunque los resultados podrían ser relevantes en sí mismos, en este proyecto particular el tercer estudio se propone como una condición control que permita dilucidar si eventuales diferencias de género en el uso de estrategias de afrontamiento se encuentran condicionadas por el tipo de estresor (sexista o no sexista) o son más bien generales. Con ello se pretende finalmente contribuir también a una mejor comprensión de cómo el sexismo sistémico que sufrimos las mujeres podría afectar a nuestro bienestar y salud mental, analizando el papel de las estrategias de afrontamiento utilizadas en estas situaciones como factores de vulnerabilidad o resiliencia.
    Co-Investigador/a
      • Proyecto N°85240326
      • Diciembre 2024 - Octubre 2026
      AdjudicadoUniversidad de O'Higgins

      El concepto de masculinidad no es fijo ni universal, sino que está en constante construcción y evolución, y está influido por contextos históricos y socioculturales específicos. Así, las masculinidades hegemónicas representan ideas dominantes sobre cómo deben ser los hombres (y por asociación las mujeres), estableciendo normas que refuerzan estructuras de poder y de dominación que subordinan la mujer a estructuras jerárquicas en las cuáles el hombre concentra diversas formas de poder, tales como el económico, político, social y también simbólico. Estas normas también afectan las relaciones sexo-genéricas, promoviendo roles y estereotipos que privilegian lo masculino sobre lo femenino. Sin embargo, en las últimas décadas han surgido críticas y alternativas a estas concepciones hegemónicas. Por ejemplo, investigaciones recientes destacan masculinidades alternativas como las cuidadoras, que enfatizan valores de cuidado y emocionalidad positiva, y las inclusivas, que valoran la diversidad de género y rompen con la heteronormatividad. Además, se exploran formas más fluidas de identidad de género, como las identidades queer, que cuestionan el binarismo tradicional entre masculino y femenino. Por otro lado, es importante mencionar que existen diversos fenómenos negativos asociados con otros tipos de masculinidades, tales como la tóxica y la hipermasculinidad, siendo que ambas refuerzan comportamientos agresivos y dañinos hacia mujeres y hombres que se desvían de estos patrones de masculinidad. Siendo que, el ámbito universitario, con su diversidad, es un espacio clave para estudiar estas dinámicas y promover cambios hacia una mayor equidad de género, este proyecto tiene como objetivo explorar las actitudes y creencias de estudiantes de pregrado de la Universidad de O’Higgins hacia distintos tipos de masculinidades y su relación con roles, normas de género, sexismo, y políticas de equidad, con un enfoque en las diferencias entre hombres y mujeres heterosexuales, personas que se autoadscriben a las disidencias sexuales. Para lograr este objetivo principal, se realizará un estudio cuantitativo correlacional de corte transversal entre el estudiantado de la UOH. Se espera que los resultados del proyecto sean publicados en una revista científica de alto impacto. Por otro lado, esperamos que los principales hallazgos puedan informar la creación y/o mejora de distintas iniciativas, políticas y programas para reducir las consecuencias negativas del sexismo, la homofobia y otras formas de discriminación de género tanto en la comunidad universitaria como en la sociedad civil. Finalmente, esperamos también generar espacios de aprendizaje y diálogo con el estudiantado UOH sobre estos temas a través de la realización de grupos de lectura. Esperamos que este proyecto no solo contribuya de manera teórica al desarrollo del conocimiento en esta área científica, sino también que tenga un impacto social positivo tanto en la comunidad universitaria como en la región de O’Higgins y, potencialmente, el país.
      Co-Investigador/a
      • #635276
      • Diciembre 2024 - Octubre 2026
      AdjudicadoUniversidad de O'Higgins

      El concepto de masculinidad no es fijo ni universal, sino que está en constante construcción y evolución, y está influido por contextos históricos y socioculturales específicos. Así, las masculinidades hegemónicas representan ideas dominantes sobre cómo deben ser los hombres (y por asociación las mujeres), estableciendo normas que refuerzan estructuras de poder y de dominación que subordinan la mujer a estructuras jerárquicas en las cuáles el hombre concentra diversas formas de poder, tales como el económico, político, social y también simbólico. Estas normas también afectan las relaciones sexo-genéricas, promoviendo roles y estereotipos que privilegian lo masculino sobre lo femenino. Sin embargo, en las últimas décadas han surgido críticas y alternativas a estas concepciones hegemónicas. Por ejemplo, investigaciones recientes destacan masculinidades alternativas como las cuidadoras, que enfatizan valores de cuidado y emocionalidad positiva, y las inclusivas, que valoran la diversidad de género y rompen con la heteronormatividad. Además, se exploran formas más fluidas de identidad de género, como las identidades queer, que cuestionan el binarismo tradicional entre masculino y femenino. Por otro lado, es importante mencionar que existen diversos fenómenos negativos asociados con otros tipos de masculinidades, tales como la tóxica y la hipermasculinidad, siendo que ambas refuerzan comportamientos agresivos y dañinos hacia mujeres y hombres que se desvían de estos patrones de masculinidad. Siendo que, el ámbito universitario, con su diversidad, es un espacio clave para estudiar estas dinámicas y promover cambios hacia una mayor equidad de género, este proyecto tiene como objetivo explorar las actitudes y creencias de estudiantes de pregrado de la Universidad de O’Higgins hacia distintos tipos de masculinidades y su relación con roles, normas de género, sexismo, y políticas de equidad, con un enfoque en las diferencias entre hombres y mujeres heterosexuales, personas que se autoadscriben a las disidencias sexuales. Para lograr este objetivo principal, se realizará un estudio cuantitativo correlacional de corte transversal entre el estudiantado de la UOH. Se espera que los resultados del proyecto sean publicados en una revista científica de alto impacto. Por otro lado, esperamos que los principales hallazgos puedan informar la creación y/o mejora de distintas iniciativas, políticas y programas para reducir las consecuencias negativas del sexismo, la homofobia y otras formas de discriminación de género tanto en la comunidad universitaria como en la sociedad civil. Finalmente, esperamos también generar espacios de aprendizaje y diálogo con el estudiantado UOH sobre estos temas a través de la realización de grupos de lectura. Esperamos que este proyecto no solo contribuya de manera teórica al desarrollo del conocimiento en esta área científica, sino también que tenga un impacto social positivo tanto en la comunidad universitaria como en la región de O’Higgins y, potencialmente, el país.
      Investigador/a Responsable
      • FOVI 240094
      • Noviembre 2024 - Septiembre 2024
      AdjudicadoAgencia Nacional de Investigación y Desarrollo - ANID

      El proyecto tiene por objetivo general establecer una red internacional de investigación y enseñanza sociolegal centrada en la Universidad de O’Higgins, creando un polo de innovación regional en el estudio interdisciplinario del derecho.
      Co-Investigador/a
      • Proyecto N°85240326
      • Noviembre 2024 - Octubre 2026
      AdjudicadoUniversidad de O'Higgins

      La conceptualización de la violencia es compleja debido a su amplitud y la diversidad de situaciones a las que se asocia. A menudo, se utiliza un adjetivo específico (como "política", "de género", "familiar", entre otros) para precisar el tipo de violencia, lo que ha dado lugar a una gran variedad de enfoques teóricos y empíricos. Pese a la multiplicidad de tipos de violencia, todos comparten ciertos atributos: la violencia es una fuerza dinámica que atraviesa todas las interacciones sociales, manifestándose tanto de manera visible como invisible. En este sentido, es posible describir la violencia visible como la violencia directa (actos identificables) y la violencia invisible como la estructural (generada por estructuras que niegan necesidades básicas) y la cultural (que legitima la violencia). La violencia de género ilustra esta imbricación de formas de violencia visibles e invisibles, afectando especialmente a las mujeres debido a las desigualdades socioculturales y patriarcales existentes en las sociedades actuales. Esta violencia se puede manifestar de diversas maneras: violencia psicológica, física, sexual y económica, entre otras. En América Latina y el Caribe, la violencia contra la mujer es particularmente preocupante, y muchas veces ocurre dentro del hogar y es ejercida por parejas o ex-parejas, espacios tradicionalmente considerados seguros pero que pueden volverse lugares de abuso. La violencia económica hacia las mujeres es un tipo de violencia menos estudiado, especialmente en Chile. Este tipo de violencia se define como el control sobre la capacidad de una mujer para acceder y gestionar recursos financieros, lo cual perpetúa su dependencia y limita su autonomía en relación a su pareja o ex-pareja. Este tipo de violencia se manifiesta mediante la restricción de ingresos, la prohibición de trabajar, la explotación financiera, la destrucción de bienes personales, entre otras formas. Aunque no siempre es reconocida por las víctimas, sus efectos pueden ser tan graves como los de otras formas de violencia. De este modo, considerando el escaso conocimiento sobre la violencia económica, este proyecto busca contribuir a su estudio mediante el estudio de los significados y vivencias que mujeres chilenas mayores de 18 años tienen de este fenómeno, explorando además sus percepciones y consecuencias. Para eso, realizaremos dos estudios, los cuáles se enmarcan en un diseño mixto de carácter secuencial exploratorio para profundizar en las dimensiones de este fenómeno, sus significados y las vivencias de mujeres chilenas de este tipo de violencia y las consecuencias que esta implica en sus vidas. Además, se busca generar y sistematizar evidencia de las relaciones entre este tipo de violencia y otros tipos de violencia que afectan a las mujeres, bien como identificar y caracterizar factores protectores y de riesgo que las mujeres puedan tener y/o disponer en relación a la violencia económica en relaciones de pareja.
      Responsable Alterno
      • #635276
      • Noviembre 2024 - Octubre 2026
      AdjudicadoUniversidad de O'Higgins

      La conceptualización de la violencia es compleja debido a su amplitud y la diversidad de situaciones a las que se asocia. A menudo, se utiliza un adjetivo específico (como "política", "de género", "familiar", entre otros) para precisar el tipo de violencia, lo que ha dado lugar a una gran variedad de enfoques teóricos y empíricos. Pese a la multiplicidad de tipos de violencia, todos comparten ciertos atributos: la violencia es una fuerza dinámica que atraviesa todas las interacciones sociales, manifestándose tanto de manera visible como invisible. En este sentido, es posible describir la violencia visible como la violencia directa (actos identificables) y la violencia invisible como la estructural (generada por estructuras que niegan necesidades básicas) y la cultural (que legitima la violencia). La violencia de género ilustra esta imbricación de formas de violencia visibles e invisibles, afectando especialmente a las mujeres debido a las desigualdades socioculturales y patriarcales existentes en las sociedades actuales. Esta violencia se puede manifestar de diversas maneras: violencia psicológica, física, sexual y económica, entre otras. En América Latina y el Caribe, la violencia contra la mujer es particularmente preocupante, y muchas veces ocurre dentro del hogar y es ejercida por parejas o ex-parejas, espacios tradicionalmente considerados seguros pero que pueden volverse lugares de abuso. La violencia económica hacia las mujeres es un tipo de violencia menos estudiado, especialmente en Chile. Este tipo de violencia se define como el control sobre la capacidad de una mujer para acceder y gestionar recursos financieros, lo cual perpetúa su dependencia y limita su autonomía en relación a su pareja o ex-pareja. Este tipo de violencia se manifiesta mediante la restricción de ingresos, la prohibición de trabajar, la explotación financiera, la destrucción de bienes personales, entre otras formas. Aunque no siempre es reconocida por las víctimas, sus efectos pueden ser tan graves como los de otras formas de violencia. De este modo, considerando el escaso conocimiento sobre la violencia económica, este proyecto busca contribuir a su estudio mediante el estudio de los significados y vivencias que mujeres chilenas mayores de 18 años tienen de este fenómeno, explorando además sus percepciones y consecuencias. Para eso, realizaremos dos estudios, los cuáles se enmarcan en un diseño mixto de carácter secuencial exploratorio para profundizar en las dimensiones de este fenómeno, sus significados y las vivencias de mujeres chilenas de este tipo de violencia y las consecuencias que esta implica en sus vidas. Además, se busca generar y sistematizar evidencia de las relaciones entre este tipo de violencia y otros tipos de violencia que afectan a las mujeres, bien como identificar y caracterizar factores protectores y de riesgo que las mujeres puedan tener y/o disponer en relación a la violencia económica en relaciones de pareja.
      Investigador/a Responsable
      • FOVI240238
      • Noviembre 2024 - Octubre 2026
      AdjudicadoUniversidad de O'Higgins

      La conceptualización de la violencia es compleja debido a su amplitud y la diversidad de situaciones a las que se asocia. A menudo, se utiliza un adjetivo específico (como "política", "de género", "familiar", entre otros) para precisar el tipo de violencia, lo que ha dado lugar a una gran variedad de enfoques teóricos y empíricos. Pese a la multiplicidad de tipos de violencia, todos comparten ciertos atributos: la violencia es una fuerza dinámica que atraviesa todas las interacciones sociales, manifestándose tanto de manera visible como invisible. En este sentido, es posible describir la violencia visible como la violencia directa (actos identificables) y la violencia invisible como la estructural (generada por estructuras que niegan necesidades básicas) y la cultural (que legitima la violencia). La violencia de género ilustra esta imbricación de formas de violencia visibles e invisibles, afectando especialmente a las mujeres debido a las desigualdades socioculturales y patriarcales existentes en las sociedades actuales. Esta violencia se puede manifestar de diversas maneras: violencia psicológica, física, sexual y económica, entre otras. En América Latina y el Caribe, la violencia contra la mujer es particularmente preocupante, y muchas veces ocurre dentro del hogar y es ejercida por parejas o ex-parejas, espacios tradicionalmente considerados seguros pero que pueden volverse lugares de abuso. La violencia económica hacia las mujeres es un tipo de violencia menos estudiado, especialmente en Chile. Este tipo de violencia se define como el control sobre la capacidad de una mujer para acceder y gestionar recursos financieros, lo cual perpetúa su dependencia y limita su autonomía en relación a su pareja o ex-pareja. Este tipo de violencia se manifiesta mediante la restricción de ingresos, la prohibición de trabajar, la explotación financiera, la destrucción de bienes personales, entre otras formas. Aunque no siempre es reconocida por las víctimas, sus efectos pueden ser tan graves como los de otras formas de violencia. De este modo, considerando el escaso conocimiento sobre la violencia económica, este proyecto busca contribuir a su estudio mediante el estudio de los significados y vivencias que mujeres chilenas mayores de 18 años tienen de este fenómeno, explorando además sus percepciones y consecuencias. Para eso, realizaremos dos estudios, los cuáles se enmarcan en un diseño mixto de carácter secuencial exploratorio para profundizar en las dimensiones de este fenómeno, sus significados y las vivencias de mujeres chilenas de este tipo de violencia y las consecuencias que esta implica en sus vidas. Además, se busca generar y sistematizar evidencia de las relaciones entre este tipo de violencia y otros tipos de violencia que afectan a las mujeres, bien como identificar y caracterizar factores protectores y de riesgo que las mujeres puedan tener y/o disponer en relación a la violencia económica en relaciones de pareja.
      Co-Investigador/a