En el emergente campo de investigación sobre la identificación de factores de vulnerabilidad para el
desarrollo de patología ansiosa, destaca la incorporación de los procesos de generalización del miedo
condicionado. La generalización es una característica de las personas ansiosas, en tanto el foco del miedo se
vuelve excesivo y se extiende a situaciones que no son amenazantes (i.e. sobregeneralización). Así,
variaciones individuales en el proceso de generalización explicarían estos resultados, Alternativamente, se
ha propuesto a un fallo en la inhibición del miedo como mecanismo para explicar la sobregeneralización.
Tan importante como aprender a temer a una amenaza, es aprender a no tener miedo ante señales de
seguridad (i.e., inhibir). Un número de experimentos ha demostrado evidencia sugerente, pero no sustantiva,
de propiedades inhibitorias de señales de seguridad en la generalización del miedo en humanos.
Los estudios de miedo condicionado, que incluyen medidas de generalización o inhibición, típicamente por
separado, proveen un modelo traslacional completo de la ansiedad, abarcando desde su etiología hasta las
recaídas luego del tratamiento, permitiendo una comprensión teórica de sus mecanismos subyacentes, y
una contribución práctica en la identificación de parámetros para mejorar el tratamiento -basado en la
extinción- y reducir así las recaídas. En base a esta relevancia traslacional, es necesario estudiar las
diferencias individuales en mecanismos de aprendizaje y su relación con la vulnerabilidad para el desarrollo
de la ansiedad (vulnerabilidad ansiosa). En particular, el presente proyecto se interesa en dos procesos:
generalización e inhibición del miedo.
En la literatura actual, existen cuatro problemas importantes respecto a la evaluación de mecanismos
inhibitorios y de la generalización como procesos alternativos para explicar las respuestas excesivas de
miedo. 1) Los estudios no incluyen medidas tradicionales de inhibición. 2) No se ha caracterizado el tipo de
proceso inhibitorio que participaría en la sobregeneralización. 3) El tercer problema es de índole teórico:
existe la posibilidad de que la inhibición sea parte del proceso de generalización (Spence, 1936). Desde
esta teoría, no es necesario proponer a la inhibición como alternativa a la generalización del miedo en
humanos, en tanto los dos procesos por separado amenazan la parsimonia. La idea básica es que, al
establecer discriminaciones -lo opuesto a generalizar- entre señales de amenaza y de seguridad, los
sujetos aprenden ambas. De la primera, las calves de amenaza, aprenden una tendencia excitatoria,
mientras que, de las señales de seguridad, se adquiere un aprendizaje de tipo inhibitorio. También, las
evaluaciones de esta cuestión en la literatura son insuficientes, no existiendo estudios con mediciones
independientes de la generalizaciestimón e inhibición. 4) Tampoco existen estudios sistemáticos que
evalúen los procesos de generalización e inhibición luego de la adquisición, extinción y situaciones de
recaídas. Cada una de estas etapas tiene importancia traslacional en tanto modelan la etiología, el
tratamiento y la potencial recaída después del tratamiento en trastornos de ansiedad.
Frente a esta problemática, nos preguntamos si en el aprendizaje discriminativo de miedo en la población
adulta ¿la generalización y la inhibición contribuyen, de manera separada o como un único mecanismo, en
las distintas etapas (adquisición, extinción y recaídas)? ¿Cuál es la relación que tienen estos mecanismos
con la vulnerabilidad ansiosa? Para responder a esta pregunta diseñamos 3 líneas de experimentos. En la
línea 1 buscamos determinar si manipulaciones que afectan la inhibición producen un efecto sobre la
generalización. En la línea 2 buscamos determinar si manipulaciones que afectan la generalización
producen un efecto sobre la inhibición. En la línea 3 buscamos determinar si manipulaciones que afectan
la inhibición y la generalización interactúan en sus efectos de generalización e inhibitorios. En cada
experimento, las manipulaciones son tratadas como variables independientes que generan distintos
grupos. Los participantes proveerán respuestas en múltiples medidas de inhibición y generalización en las
distintas fases de adquisición, extinción y recaída luego de la extinción. Antes de comenzar el experimento,
los participantes proveen respuestas de cuestionarios para evaluar la vulnerabilidad ansiosa. Estos datos
permitirán evaluar la relación que tienen los efectos inhibitorios y de generalización con la vulnerabilidad
ansiosa. Se espera que 1) los resultados apoyen la teoría de Spence y 2) que se observe más
generalización y menos inhibición en sujetos más ansiosos. Este último resultado sería evidencia a favor de
que esta variación en los mecanismos de aprendizaje contribuiría a la vulnerabilidad para el desarrollo de
sintomatología ansiosa.