Conocimientos 2030 cierra su primera etapa
- El proyecto que ejecutan las universidades de O’Higgins y Talca, transmitió sus primeras conclusiones y los desafíos proyectados.
La primera etapa del proyecto Conocimientos 2030 concluyó con una ceremonia desarrollada en las instalaciones del Museo Escuela Laguna Tagua Tagua, donde se plantearon las primeras conclusiones y los desafíos que se proyectan para las próximas etapas de la iniciativa consorciada.
El proyecto “Consorcio del Valle Central de Chile: una propuesta territorial, regional y estatal para la innovación, desarrollo y fortalecimiento de las artes, humanidades y ciencias sociales” es una iniciativa, de la Universidad de Talca y la Universidad de O’Higgins, que propone un trabajo consorciado de fortalecimiento de las artes, humanidades y ciencias sociales, incorporando inter-transdisciplina y sinergia interuniversitaria, que permitirá transformar de manera innovadora procesos académicos de gestión y gobernanza, formación de pre y postgrado, generación y transferencia de nuevo conocimiento, creación y tecnología, vínculo territorial bidireccional con el medio que las cobija y, además, promover transversalmente la equidad de género y el liderazgo femenino, los derechos humanos, el patrimonio cultural, la salud mental y el bienestar psicológico de sus comunidades, para así aportar conjuntamente a las necesidades regionales y al logro de una mejor calidad de vida de los actuales y futuros habitantes de las regiones del Maule y O’Higgins.
“Iniciamos en enero del 2023 la postulación, pensando que teníamos territorios en común que nos permitían trabajar en conjunto, y comenzamos a trabajar en septiembre del mismo año. Fue un proceso enriquecedor, colaborativo y nos dimos cuenta que a pesar de que compartíamos un territorio y tenemos cosas en común, somos instituciones que tienen distintos estados de desarrollo, que miramos distintas cosas, y eso nos ha permitido sacar grandes lecciones para el trabajo consorciado”, explica Andrea Canales, directora alterna del Proyecto y académica de la Universidad de O’Higgins.
Agrega que en el proceso de este trabajo colaborativo se realizaron talleres participativos para recoger opiniones y se buscó mirar experiencias externas. “Fuimos a las universidades de Valencia, República de Uruguay, y al Tecnológico de Monterrey, buscando traer lo mejor de esas instituciones para el proyecto”.
Conclusiones iniciales
El director del proyecto y académico de la Universidad de Talca, Ismael Gallardo Cuadra, explicó que durante esta primera etapa “encontramos buenas noticias para nuestras universidades y noticias menos buenas. Nos dimos cuenta que nuestras instituciones son altamente valoradas por las comunidades y que la función que tienen es muy reconocida en términos de lo que significa para el espacio que nosotros compartimos. Y eso es un espacio de oportunidad”.
Señala que el llamado de atención es por las formas en que ambas universidades se están relacionando con la comunidad y cómo se mantiene ese vínculo a largo plazo. “Nos dimos cuenta también de que nuestra formación debe tener un grado de flexibilidad, mayor al de hoy; que la interdisciplina y la transdisciplina es una perspectiva metodológica que permite avanzar en el conocimiento de nuevas formas y nuevos contenidos a través del tiempo; y que nuestras formas de administración requieren mayor flexibilidad y mayores espacios de creatividad para promover la sinergia entre ambas universidades”.
Agrega que esta primera etapa hemos logrado construir un plan estratégico que muestra la posibilidad de reducir de manera importante las brechas de género que existen dentro de los espacios universitarios y promover espacios similares para salud mental y bienestar, que hoy están en desarrollo.