Estudiantes de Tecnología Médica UOH asumen su compromiso con la salud en emotiva investidura
- Este evento simboliza el reconocimiento al esfuerzo y dedicación de los estudiantes, así como el compromiso que asumen con la salud y el bienestar de la comunidad.
La ceremonia de investidura de los estudiantes de cuarto semestre de Tecnología Médica de la Universidad de O’Higgins (UOH) marca un hito significativo en su formación profesional. Este evento no solo simboliza el reconocimiento al esfuerzo y dedicación de estos futuros tecnólogos, sino también el compromiso que asumen con la salud y el bienestar de la comunidad.
A lo largo de su trayectoria, estos estudiantes han enfrentado numerosos desafíos, pero el cuarto semestre representa un punto crucial. Es aquí donde el conocimiento teórico comienza a integrarse con la práctica clínica, y donde la responsabilidad hacia su futuro profesional se vuelve más palpable.
Durante la ceremonia, se destacó que las/os estudiantes han tomado decisiones fundamentales en su formación, eligiendo sus menciones especializadas. Algunos han optado por la mención en Otorrinolaringología, Oftalmología y Optometría, áreas donde su trabajo será vital para el diagnóstico y tratamiento de enfermedades sensoriales que impactan directamente en la calidad de vida de los pacientes. Otros, por su parte, han escogido la mención en Bioanálisis Clínico, Hematología y Medicina Transfusional, donde su precisión y rigor serán esenciales para garantizar diagnósticos y tratamientos confiables.
“La Tecnología Médica es una profesión que exige precisión, ética y un espíritu de constante aprendizaje. Esta labor tendrá un impacto directo en la vida de las personas. Cada prueba, cada análisis que realicen será una pieza fundamental en el rompecabezas de la salud de sus futuros pacientes. Los instó a reflexionar sobre el compromiso que están asumiendo. La investidura no solo es un reconocimiento, sino también un recordatorio de la confianza y responsabilidad que la sociedad deposita en ellos. En un campo que evoluciona rápidamente, impulsado por avances científicos y tecnológicos, su capacidad para adaptarse y seguir aprendiendo será lo que los distinga como profesionales excepcionales”, señaló Natalia Sills, jefa de carrera.
Por su parte, la estudiante Maura Gutiérrez, apuntó que “el color burdeo que portamos representa el profesionalismo y la seriedad que debemos tener como profesionales en el área de la salud. Su tono oscuro sugiere un enfoque cuidadoso y una atención meticulosa a los detalles, lo que implica una gran responsabilidad al llevarlo. Nuestra labor no es solo un trabajo, es una vocación de servicio en la que peleamos por la salud de las personas. No estamos trabajando con objetos inanimados, sino con personas que sienten, y nuestro trabajo debe reflejar ese cuidado y empatía.
Esta ceremonia marca el inicio de una nueva etapa en su formación, una que los prepara para asumir con excelencia y dedicación su rol en el sistema de salud.