Uno de los principales aportes de las ciencias sociales es identificar problemáticas relacionadas con desigualdades estructurales. Parte de esta tarea ha consistido en investigar y contribuir a visibilizar y erradicar la desigualdad de género (Mora et al., 2018). En Chile, desde los 80s han surgido unidades de estudios, principalmente en la Región Metropolitana, que han contribuido a difundir y consolidar las problemáticas de género, dentro y fuera de la academia, como una prioridad en la agenda nacional.1 Por otro lado, los movimientos sociales de los últimos años, particularmente el Mayo Feminista del año 2018, expusieron situaciones de abusos de poder y laboral en la academia, brechas de género y desafíos relacionados con los derechos de mujeres y disidencias (de Fina & Vidal, 2019). Impulsadas por estas manifestaciones, algunas instituciones de educación superior han ejecutado acciones como la incorporación de protocolos y reglamentos universitarios con perspectiva de género. Desde el año 2019, el Ministerio de Ciencias, Tecnología, Conocimiento e Innovación (MinCiencias) ha trabajado en incorporar políticas de género en el ecosistema de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación para el desarrollo (CTCI), creando los denominados Consejos de Igualdad y publicando una Radiografía de Género cada año (CTCI, 2020; 2022; 2023). También, frente a la presión de los movimientos feministas en 2021 entró en vigencia la Ley Nº 21.369 que regula el acoso sexual, la violencia y la discriminación de género en Educación Superior. Asimismo, desde ese mismo año, la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) introdujo el fondo concursable Innovación en Educación Superior (InES) Género con el objetivo de desarrollar capacidades para la implementación de un plan de desarrollo en universidades que permita disminuir las brechas de género en los ámbitos de investigación, desarrollo, innovación y emprendimiento (I+D+i+e) de base científica tecnológica.
En este contexto, nuestra propuesta tiene como objetivo general examinar la implementación de las políticas gubernamentales para la igualdad de género en educación superior y en el ecosistema CTCI en universidades chilenas y los cambios ocurridos en inserción, uso de tiempo y criterios de productividad académica en disciplinas de las ciencias sociales, entre los años 2014 y 2024.
Objetivos específicos (OE):
OE1. Realizar una revisión sistemática de las distintas políticas gubernamentales para la igualdad de género en educación superior y en el ecosistema CTCI, analizando la coherencia con aquellas institucionalizadas en la práctica por universidades chilenas entre 2014 y 2024.
OE2. Analizar el impacto de los movimientos sociales y en particular, el movimiento feminista, en la institucionalización de políticas en las universidades chilenas entre 2014 y 2024.
OE3. Caracterizar los cambios en condiciones de trabajo y distribución del tiempo en actividades que realizan las plantas académicas de las ciencias sociales de universidades chilenas entre 2014 y 2024, con un enfoque interseccional.2
OE4. Analizar bajo una perspectiva feminista los criterios de productividad académica tradicionales en las ciencias sociales, cuantificarlos con un enfoque interseccional y proponer un nuevo indicador de productividad académica con perspectiva de género.
OE5. Identificar y sistematizar buenas prácticas y desafíos en la implementación de políticas institucionales para la igualdad de género y su relación con los cambios en inserción, uso de tiempo y productividad académica en escuelas de ciencias sociales de universidades chilenas entre 2014 y 2024.
El proyecto contribuirá a sistematizar y difundir los avances y desafíos en términos de equidad de género en la producción de conocimiento en el campo de ciencias sociales en Chile, así como proponer soluciones para avanzar hacia el cierre de las brechas actualmente existentes, mejorar las condiciones laborales y los criterios de reconocimiento y jerarquización. En efecto, escasa atención se ha dado sobre la situación de las plantas académicas de las ciencias sociales, ya que, investigaciones previas han priorizado el campo de las ciencias, tecnología, ingeniería, y matemáticas (STEM). No obstante, desde el MinCiencias se ha reconocido la necesidad de extender las mediciones a otras áreas del conocimiento, y sumar perspectivas como la interseccional (CTCI, 2022).