Descripción

Daniela es Educadora de Párvulos y Profesora General Básica de la PUC, además de Magíster en Psicología y Educación y Doctorada en Educación de la Universidad de Cambridge. Su investigación se centra en la transición entre la educación parvularia y la educación básica con especial énfasis en las perspectivas de los niños y niñas, sus derechos, su agencia, y recientemente el juego. Su trabajo ha introducido el uso de metodologías visuales y narrativas para desarrollar investigación participativa con niños y niñas en Chile.

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  • REVISTA Education Sciences
  • 2023

“So, We Can’t Play”: Limitations to Play at School in Periods of Educational Transition in Chile


• Pablo Rupin • Carla Muñoz • Daniela Jadue •

http://dx.doi.org/10.3390/educsci13030317

  • REVISTA European Early Childhood Education Research Journal
  • 2018

Methodological Issues in representing children’s perspectives in transition research


• Daniela Jadue • Dr. David Whitebread • Benjamín Gareca •

http://dx.doi.org/10.1080/1350293X.2018.1522764

  • REVISTA International Journal of Inclusive Education
  • 2017

Ethical issues in listening to young children in visual participatory research


• Daniela Jadue •

http://dx.doi.org/10.1080/13603116.2016.1260829

  • REVISTA Educational & Child Psychology
  • 2012

Young children’s experiences through transition between Kindergarten and First Grade in Chile and its relation with their Developing Learning Agency


• Daniela Jadue • Dr. David Whitebread •
  • REVISTA Revista Pensamiento Educativo
  • 2006

Algunas reflexiones sobre la enseñanza de la lectura y la escritura en Educación Inicial: Cómo favorecer el aprendizaje de estas habilidades a través de una articulación de las prácticas pedagógicas de la Educación Parvularia y la Educación General Básica


• Daniela Jadue • Carolina Castro Torres •
  • Julio 2021
Proyecto Finalizado

La sexualidad según la OMS, (OMS, 2018) es definida como un aspecto central del ser humano, dentro de las dimensiones que abarca se encuentra, la reproducción, placer y/o erotismo, vínculos afectivos y género, a parte del carácter inherente al ser humano, se destaca que se encuentra presente durante toda la vida, por esta razón se considera necesario que las estrategias para erradicar brechas de género deben iniciarse en los primeros años de vida. Hasta aquí la mayor parte de los estudios de la temática se relacionan con población de adolescentes y/o con la visión de cuidadores/as poseen del desarrollo sexual afectivo de sus niños, niñas y niñes, sin embargo, existe incertidumbre en relación a lo que saben actualmente niños, niñas y niñes en relación a sexualidad y cuales han sido sus principales fuentes de información. En este contexto, se pretende diseñar una propuesta de educación sexual integral en niños, niñas y niñes de 4 y 5.
Co-Investigador/a
  • Noviembre 2018
Proyecto Finalizado

Este proyecto integró la participación de las siguientes estudiantes de la carrera de Pedagogía en Educación Parvularia de la Universidad de O'Higgins como asistentes de investigación: Fernanda López (cohorte 2018), Daniela Torres (cohorte 2017) y Belén Ortega (cohorte 2017). Resumen. Even though the positive impact and results of playful learning during the early years and later school experiences has been recognised by important pedagogues in the history (Froebel, Montessori, Malaguzzi, amongst others); as well as widely researched in more recent developments in the field; this has not yet impacted educators professional training and most important current policy reforms to the early years sector. In addition, years of research in transition processes have widely demonstrated, in a variety of sociocultural contexts, that the objective should be to provide with opportunities of continuity and progression of early childhood pedagogies aligned with children’s learning and developmental processes to promote meaningful learning experiences that will have a long-term impact. However, nowadays school systems around the world are demanding more outcomes from children and their educators. These outcomes are usually measured in learning knowledge content instead of development of abilities. Accordingly, pedagogies in early years levels are increasingly adapting to an adult-centred dynamic which is extremely directive and lacks children’s participation. This is having important consequences in children’s well-being and later adjustment to school. Even though, we know that playful experiences promote learning and positive transitions and consequently are an indicator of good quality provision, in Chile this reality is strongly affecting the so-called transition levels (prekindergarten and kindergarten) which are located inside school premises and therefore, their pedagogies are oriented to readiness for first grade. Therefore, by increasing our understanding of how playful pedagogies can promote: (a) children’s development as learner agents (Dunlop, 2003), and (b) positive transition experiences (Broström, 2005; Dockett & Perry, 2007), we can contribute with a better articulation of pedagogical practices in early childhood and primary school education. Goals: this study is based on the understanding of playful learning as essential for positive school transitioning and positive effects for lifelong learning. To identify these practices and its effects on learning the study explores two important factors that research has proven to be related with playful learning: (a) the promotion of guided play in the design of educational environments and learning experiences; and (b) the development of children as learner agents. In sum, the main aim of the study is to establish the relationships between playful pedagogies and children’s development as learner agents during their process of transitioning to formal schooling. Methodology: this study is a qualitative one drawing on multiple visual participatory methodologies and the application of observational scales. The sample will consist of 12 educational centres, located half in rural communities and half in urban ones. In each centre data will be collected from all children attending pre-kindergarten, kindergarten, first grade and second grade, and their educators and teachers respectively. Within these communities an estimate sample of N=3360 children aged 4 to 8 (35 in each classroom including two groups per level per school) and N=60 practitioners in total will be invited to participate. Analyses will identify playful and academic oriented experiences; measure the types and characteristics of the interactions involved in them; identify and describe how meaning construction occurs during both type of experiences; identify and describe children’s, educators’, and teachers’ perspectives about playful learning experiences. Expected results: through the application of different measures the expected result is to conclude with a characterization of playful learning episodes that contribute enhancing children’s learning agency during the transition period studied. In addition, it is expected to socialize this result with the wider community of the region, as well as nationally, aiming to advocate for the inclusion of children’s perspectives in the public discussion. Lastly, the objective is to organize a workshop with the participating communities to socialize the results of this study and provide with pedagogical tools to implement playful learning in their educational settings.
Co-Investigador/aInvestigador/a Responsable
  • Marzo 2018
  • - Noviembre 2018
Proyecto Finalizado

Este proyecto integró a dos estudiantes de la carrera de educación Parvularia de la Universidad de O'Higgins como asistentes de investigación: Marcela Meneses y Andrea Saavedra. Resumen: Existe hoy consenso en el alto retorno de la inversión en educación parvularia, especialmente en los sectores más desaventajados (Banco Mundial, 2011; Lynch, 2004; Heckman, 2006). Este retorno se ve reflejado en menor gasto social en delincuencia juvenil y en servicios de educación especial y en mayores ingresos de los participantes de programas de buena calidad. Efectivamente, la evidencia internacional muestra que las estas intervenciones compensan en alguna medida la influencia de los ambientes de pobreza en el desarrollo de los niños (Campbell, Ramey, Pungello, Sparling, & Miller-Johnson, 2002; Schweinhar, Montie, Xiang, Barnett, Belfield, & Nores, 2005). Sin embargo, para que sea posible obtener estos efectos es necesaria la provisión de educación parvularia de calidad. Uno de los ejes de una educación parvularia de calidad está dada por el buen uso del juego. A nivel internacional, cada vez hay más evidencia de la importancia del juego en el desarrollo del lenguaje, la metacognición y la auto-regulación, predictores centrales del logro académico posterior y el bienestar socioemocional (Bornstein, 2006; Whitebread, 2010, 2011; Whitebread et al, 2007). Además, hay evidencia específica de que el juego guiado tiene impacto en el aprendizaje de contenidos en áreas educativas relevantes tales como matemáticas y lenguaje (Weisberg et al., 2015). Además, múltiple evidencia internacional sugiere que hay una crisis en la educación parvularia debido a la incorporación creciente de metas académicas propias de la escuela como una respuesta a las demandas de desempeño que tiene el sistema educacional (Miller & Almon, 2009). Este mismo fenómeno está sucediendo en Chile, observándose una hiper-escolarización de los niveles iniciales (Mineduc, 2016). Así, el tiempo que los niños dedican a jugar en los jardines infantiles es cada vez más acotado. Las Bases Curriculares de Educación Parvularia chilenas relevan el rol del juego dentro de sus principios pedagógicos, en donde enfatizan “el carácter lúdico que deben tener principalmente las situaciones de aprendizaje, ya que el juego tiene un sentido fundamental en la vida de la niña y del niño. A través del juego, que es básicamente un proceso en sí para los párvulos y no sólo un medio, se abren permanentemente posibilidades para la imaginación, lo gozoso, la creatividad y la libertad” (op. cit., p. 17). Sin embargo, no es lo que se observa en la sala de párvulos. Un estudio en 12 salas de jardín infantiles encontró que el tiempo dedicado al juego era inestructurado y muy limitado: apenas un 4% de la jornada en promedio. Además de ello, en los jardines de dependencia municipal no se dedicaba en absoluto tiempo al juego (Strasser, Lissi & Silva, 2009). Así mismo, un estudio en desarrollo que indaga 60 establecimientos educacionales chilenos, muestra que el juego guiado es casi inexistente en las salas de transición mayor, independientemente del nivel socio-económico (Grau et al., 2017). Esto no es coherente con la sabida importancia de la actividad física y de la participación activa de los niños sobre su desarrollo y aprendizaje. En efecto, los estudios muestran que la actividad física de los párvulos mejora la capacidad de atender a un adulto (Holmes, Pellegrini, & Schmidt, 2006) y que el nivel de actividad de los juegos realizados por los párvulos correlaciona con la autorregulación y aprendizaje durante prekinder (Becker, McClelland, Loprinzi, & Trost, 2014). Incluso existe evidencia de que sentarse en otras modalidades distintas a las sillas de aulas (por ejemplo en cojines) tiene un impacto positivo en la atención e involucramiento de los párvulos (Seifert, & Metz, 2016). Los hallazgos anteriores subrayan la necesidad de diseñar programas que aumenten la cantidad de tiempo dedicado a actividades adecuadas al nivel de desarrollo cognitivo de los párvulos y reduzcan la proporción de tiempo improductivo y/o dedicado a actividades pasivas -como escuchar sentado a la educadora- o demasiado escolarizadas –tales como completar guías en papel. Las intervenciones que buscan elevar la calidad de las interacciones en el aula de educación temprana han encontrado resultados mixtos, pero la mayoría de las intervenciones que han resultado efectivas en el mediano plazo han usado capacitación intensiva y acompañamiento frecuente (Zaslow, Tout, Halle, Whittaker, Lavelle, 2010). Pero incluso este tipo de intervenciones costosas en Chile no han mostrado impacto (Yoshikawa et al., 2015), de manera que en nuestro país no existe a la fecha ningún modelo de intervención en centros de educación parvularia que haya mostrado efectos en elevar la calidad de las interacciones. Debido a la expansión de la cobertura parvularia en nuestro país, y al estado de la oferta ya existente, el trabajo hacia la calidad de la formación de educadores se vuelve relevante. Así, los desafíos en la implementación del juego en las aulas es un problema público impostergable, que al subsanar avanzamos en brindar cada vez una educación de mayor calidad para los niños y niñas de nuestro país.
Co-Investigador/a
  • Marzo 2018
Proyecto Finalizado

Este proyecto integró a cuatro estudiantes de la carrera de Educación Parvularia de la Universidad de O'Higgins como Asistentes de Investigación: Sofía Núñez (cohorte 2018), Fernanda López (cohorte 2018), Daniela Torres (Cohorte 2017) y Belén Ortega (Cohorte 2017). Resumen: Las intervenciones que buscan elevar la calidad de las interacciones en el aula de educación temprana han encontrado resultados mixtos, pero la mayoría de las intervenciones que han resultado efectivas en el mediano plazo han usado capacitación intensiva y acompañamiento frecuente (Zaslow, Tout, Halle, Whittaker, Lavelle, 2010). Estas intervenciones son de alto costo. Pero incluso este tipo de intervenciones costosas en Chile no han mostrado impacto (Yoshikawa, Leyva, Snow, Treviño, Barata, Weiland, & ... Arbour, 2015), de manera que en nuestro país no existe a la fecha ningún modelo de intervención en centros de educación parvularia que haya mostrado efectos en elevar la calidad de las interacciones. Debido a la expansión de la cobertura parvularia en nuestro país, y al estado de la oferta ya existente, se requieren soluciones masivas, para las que el costo es un factor determinante. Existen factores contextuales que podrían utilizarse para afectar positivamente los procesos de aula. Por ejemplo, un estudio en 19 salas de medio mayor chilenas (Strasser, Darricades, Mendive y Barra, en revisión) mostró que entre 70% y 90% de la varianza en la calidad de las interacciones entre educadoras y párvulos ocurría dentro de cada educadora, no entre ellas. Es decir, una misma educadora podía producir interacciones muy productivas y otras muy inefectivas en el transcurso del mismo día. ¿Qué explicaba ese 70-90% de varianza en las interacciones de una misma educadora? Los datos sugieren que era el tipo de actividad que estaba realizando. En general, cuando las educadoras estaban realizando una actividad alineada con un aprendizaje esperado de las bases curriculares, ellas tendían a ser más responsivas, dar más oportunidades de participar a los párvulos, y ser menos directivas, que cuando la actividad no parecía tener ningún objetivo de aprendizaje. Esto significa que algunos cambios contextuales –en este caso la actividad que se hace- tienen el potencial de modificar los procesos de sala, sin mediar capacitaciones intensivas a las educadoras. Una actividad que muestra gran potencial para afectar positivamente los procesos de sala es el juego, ya que se ha observado que ciertos contextos de juego generan interacciones de mayor calidad, por ejemplo mayor participación de los niños en conversaciones (O’Brien & Bi, 1995; Cote, 2001), mayores oportunidades de ejercer la autorregulación (Bodrova, Germeroth, & Leong, 2013) y menores conductas de estrés (Hart, Burts, Durland, Charlesworth, DeWolf & Fleege, 1998). Así, visualizamos una oportunidad al utilizar el juego para modificar el nivel de las interacciones y la frecuencia de actividades adecuadas al nivel de desarrollo de los párvulos. Hipotetizamos que, si existiera un conjunto de juegos alineados con los aprendizajes esperados de las bases curriculares de la educación parvularia chilena, ello incrementaría la cantidad de tiempo que los niños y niñas pasan jugando, y con ello, la calidad de las interacciones entre las educadoras y los párvulos. De acuerdo a los estudios internacionales (Goble, Hanish, Martin, Eggum-Wilkens, Foster, & Fabes, 2016), se puede predecir que una mejora significativa de la calidad de las interacciones adulto-párvulo en el aula debería producir un mejor nivel de desarrollo cognitivo, socioemocional y lingüístico en los párvulos. A su vez, estudios longitudinales muestran que los niños y niñas que inician la enseñanza básica con mejores indicadores de desarrollo del lenguaje, la alfabetización, las relaciones lógico-matemáticas y la autoregulación, tienen mejores resultados educativos de largo plazo (Lynch, Van den Broek, Kremer, Kendeou, White, & Lorch, 2008; Nation & Snowling, 2004; Ouellette, 2006; Sabol, & Pianta, 2012; Verhoeven & Van Leeuwe, 2008). Finalmente, la adición de más tiempo de juego, y específicamente, juego adecuado al nivel de desarrollo de los niños y niñas, es en sí misma un objetivo digno de perseguir, dados los hallazgos sobre el impacto positivo que tiene el juego en el bienestar de los niños. Esta solución también aumentaría el tiempo bruto dedicado al juego, al poner a disposición del personal educativo un repertorio de juegos alineados con las bases curriculares.
Co-Investigador/a
  • Enero 2017
  • - Enero 2018
Proyecto Finalizado

La investigación exploró las perspectivas de niños y niñas chilenos de entre 4 y 8 años acerca de las prácticas lúdicas desarrolladas en contexto educativo, contrastando sus opiniones con las de padres y educadoras/es. Parte importante de la investigación actual en materia de juego, educación y aprendizaje en la primera infancia, se ha enfocado en la comprensión de los mecanismos de aprendizaje que podrían verse facilitados o potenciados por el juego. Sin embargo, el estudio de las perspectivas de los propios actores acerca de sus procesos de aprendizaje ha sido considerado de manera menos intensiva y más reciente. Escuchar las perspectivas de los niños respecto del juego puede contribuir a un mejor diseño de políticas y de prácticas pedagógicas en el campo de la educación y del cuidado en la primera infancia. El diseño de la investigación fue cualitativo y exploratorio, incorporando metodologías que incluyen observaciones de campo, videograbación y entrevistas semiestructuradas individuales y grupales con niños y adultos. Se trabajó con cuatro escuelas de diferentes contextos socioeconómicos y culturales, abordando a un total de 35 niños (16 niñas y 19 niños). Se solicitó el consentimiento informado de todos los adultos implicados y el asentimiento de todos los niños participantes, buscando resguardar en todo momento tanto su anonimato como su bienestar y participación voluntaria. La investigación buscó traer a la discusión las perspectivas de niños y niñas acerca de sus oportunidades de juego y aprendizaje en momentos de transición educativa, contribuyendo a la reflexión acerca del rol del juego en las prácticas pedagógicas.
Co-Investigador/a
  • Enero 2017
  • - Enero 2018
Proyecto Ejecutado

Co-Investigador/a
  • Enero 2015
Proyecto Ejecutado

Co-Investigador/aInvestigador/a Responsable
  • Diciembre 2014
  • - Mayo 2016
Proyecto Ejecutado

Co-Investigador/a
  • Octubre 2013
Proyecto Ejecutado

Co-Investigador/a
  • Julio 2013
  • - Octubre 2013
Proyecto Ejecutado

Co-Investigador/a