Experta española participa en investigación sobre estrategias para el desarrollo de habilidades matemáticas en niños y niñas de espectro autista que se ejecuta en Chile
Ana León Álvarez, maestra de Educación Especial, Audición y Lenguaje y licenciada de Psicopedagogía, visita Chile para entregar su experiencia desde la realidad española.
Con el objetivo de compartir su experiencia con niños, niñas y jóvenes de espectro autista (TEA) y su realidad en España, esta semana llegó hasta Chile la experta ibérica Ana León Álvarez, quien es maestra de Educación Especial, Audición y Lenguaje y licenciada de Psicopedagogía, y que dedica su labor en aula al trabajo con niños y niñas del espectro.
Su visita se da en el marco del proyecto FONDECYT “Desarrollo de las habilidades matemáticas en niños y niñas con trastornos de espectro autista: un compromiso con la equidad educativa en Chile”, en el que participa activamente, y que es dirigido desde la Universidad Estatal de O’Higgins (UOH), por los doctores y académicos UOH, Carlos Pérez Wilson y María Soledad Burrone.
La investigación está centrada en cómo enseñar matemática a niñas y niños con TEA, adecuar las metodologías, capturar información de procesamiento ocular, con el fin de potenciar sus capacidades y trabajar sobre el estigma que hay frente a este trastorno.
El TEA es un trastorno de origen neurobiológico que afecta a la configuración del sistema nervioso y al funcionamiento cerebral, dando lugar a dificultades en la comunicación e interacción social y la flexibilidad del pensamiento y de la conducta.
De allí que la maestra Ana León Álvarez, llegara a Chile a entregar la experiencia con la realidad española y de acuerdo al trabajo que ha desarrollado en su vida profesional.
“Colaboro en este proyecto de investigación, con el doctor Carlos Pérez Wilson, que busca estrategias para el desarrollo de habilidades matemáticas en niños y niñas de espectro autista con la metodología ABN. Él lleva muchos años haciendo una colaboración con España, en la zona de Andalucía, con esta metodología, que favorece la manipulación y el aprendizaje de las matemáticas, donde se trabaja mucho el cálculo, la resolución de problemas y todo a través de la manipulación, lo que hace mucho más factible la abstracción de ciertos procesos matemáticos que son difíciles para el alumnado TEA”, explica la experta.
Para realizar un contrapeso con la realidad chilena y la futura Ley de Autismo que se implementará en Chile, la investigadora señala que, en España, en el momento en que se diagnostica a un niño/a con autismo, el Estado se encarga de ofrecer una atención temprana y darle una respuesta educativa y –posteriormente- laboral para que tengan las mayores salidas posibles. Todos los tratamientos de atención temprana, de 0 a 6 años, son subvencionados por el Estado, ya sean tratamientos del lenguaje, tratamientos motores o tratamientos para evitar las conductas disruptivas.
“Hay niños que pueden estar en la escuela común y ahí se les atiende con una maestra de educación especial, una maestra de audición y lenguaje, una orientadora, y un fisioterapeuta. Otros niños, que están más afectados, son escolarizados en aulas TEA, donde pasan la mayor parte del tiempo y a la vez lo combinan con otras actividades, por ejemplo, música o educación física en actividades de integración en la escuela común”, indica la especialista.
La maestra agregó que lo que han podido ver es la necesidad de tratamiento de estos niños y niñas. “Están diagnosticados, pero necesitan ese tratamiento específico y no solamente que dependa de asociaciones, como es el caso que está ocurriendo aquí en Chile: lo ideal es que sea en las mismas escuelas donde se les dé una respuesta educativa para que estos niños puedan avanzar y tengan mayor progreso. Es fundamental que las escuelas tengan los recursos para brindar adecuadamente esta atención específica. Ellos necesitan un trabajo muy estructurado, necesitan desarrollar aspectos del lenguaje, porque lenguaje y el pensamiento están íntimamente ligados, y a su vez trabajar con metodologías que sean manipulativas, que ellos puedan manipular, que ellos puedan jugar, que estén jugando a la vez que están aprendiendo”, puntualiza.
Respecto a las familias (padres, madres, cuidadores) que tienen un alto interés en apoyar el trabajo de sus hijos, Ana León sugiere –principalmente- generar un entorno bien estructurado en cuanto a sus rutinas. “Debemos establecer cuáles son las rutinas de nuestro hijo/a y luego ofrecerle toda la estimulación que podamos darle. Hay que estimular el lenguaje, hay que trabajar con ello. Lo que yo he visto es que las familias están muy implicadas con sus hijos e intentan hacer lo mejor que saben y es una labor encomiable la que están realizando”, señala.
La experta española, durante su visita, se ha reunido con estudiantes de Pedagogía en Educación Especial UOH y algunas agrupaciones de autismo de la Región de O’Higgins, para entregar su experiencia y relatar el trabajo con algunos procesos específicos e innovadores.